Inés Arrimadas se presenta a las elecciones del 28-A como cabeza de lista por Barcelona. El debate y las entrevistas electorales en TV3 prometen, no sólo porque la líder naranja se enfrentará a sus oponentes sino al entrevistador, Vicent Sanchis, y a quien modere el debate. Arrimadas se entrena con el cuchillo entre los dientes. En la última batalla electoral fue la política más votada y ahora las encuestas dicen que caerá estrepitosamente. El ruido que rodea las polémicas todavía resuena: el asunto Toni Albà no se ha apagado aunque Polònia ha congelado al colaborador. Entrevistada por El Español el día antes del 8-M, ha abordado uno de sus asuntos favoritos: TV3.

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Preguntada sobre si las feministas se han solidarizado por el tuit de Albà, sostiene Arrimadas: "Me preocupa que él y otros colaboradores de TV3 que se forran con nuestros impuestos denigren cada día al constitucionalismo en Cataluña y sigan siendo estrellitas bien pagás. La TV3 actual se ha convertido en una maquinaria perfecta para fomentar el odio contra los catalanes no independentistas". No se refiere sólo a Albà sino a los humoristas que la retratan de una manera que a ella no le gusta: Toni Soler, Jair Domínguez, Lara Díez (imitadora de Arrimadas en Polònia), los guionistas de Minoría absoluta, los que hacen los vídeos cómicos de APM, los caricaturistas que hacen dibujos en  Els matins, los Óscars y todo cuanto humorista cobre de TV3.

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TV3

No le preguntan si mira TV3 pero ella, que todavía no ha dimitido de diputada en el Parlament (le quedan pocos días para hacerlo) aclara que volverá a TV3 en calidad de diputada en el Congreso. ¿Seguirá yendo a TV3 cuando la inviten? "Bueno, es una tele que pago yo. Por tanto, de vez en cuando sí que iré a representar a los que no nos sentimos representados por su propaganda". Es al revés, como los catalanes le pagan a ella el sueldo, está obligada a ir a la TV pública, que también pagan los catalanes, a dar explicaciones. Como el resto de diputados. Se llama democracia.