Pocos imaginarían que los hijos de Emilio Aragón, uno de los artistas más queridos de España, habrían logrado construir su propio imperio empresarial sin depender del nombre familiar. Alejados del foco mediático que durante décadas persiguió a su padre y a su legendaria familia de humoristas, Icíar, Macarena y Nacho han optado por caminos propios, pero con un fuerte sello de creatividad, innovación y éxito empresarial.

Aunque Emilio soñaba con que alguno siguiera sus pasos en la interpretación o la música, él mismo ha reconocido con orgullo que sus hijos eligieron profesiones que, si bien no son artísticas en sentido estricto, tienen un gran componente creativo. Lejos del mundo del espectáculo, han construido negocios sólidos, modernos y perfectamente adaptados al nuevo modelo de consumo y comunicación digital.

Hijos de Emilio Aragón
Hijos de Emilio Aragón

Los hijos de Emilio Aragón triunfan desvinculados del apellido de su padre

La mayor, Icíar, ha seguido un enfoque más empresarial. Estudió Publicidad y Relaciones Públicas en ESIC, completó un máster en Fine Arts en Nueva York y hoy es la fundadora de una agencia de comunicación creativa. Además, en 2020 lanzó su panadería artesanal, Madreamiga by La Miguiña, que se ha convertido en una referencia de pan de masa madre en la capital. Casada con el empresario Hugo Rodríguez de Prada, y madre de cuatro hijos, Icíar ha sabido compaginar vida familiar con emprendimiento de éxito.

La hermana mediana, Macarena, por su parte, estudió moda en Milán y Madrid. Tiene su propia firma de bolsos artesanales y trabaja como estilista para diferentes campañas publicitarias, incluyendo las de su hermano. Además, se ha hecho un nombre como influencer de moda y forma parte activa del entorno digital de lifestyle y diseño en España.

Emilio Aragón y Aruca Fernández GTRES
Emilio Aragón y Aruca Fernández / Gtres

Carreras muy prometedoras

El más joven de los tres, Nacho, ha sido uno de los casos más llamativos. Con apenas 27 años fundó Neutrale, una marca de moda sostenible y unisex, junto a dos amigos. La empresa apuesta por diseños atemporales, tejidos de calidad y una filosofía que promueve una vida más sencilla y respetuosa con el medio ambiente. Las prendas, con precios entre 60 y 120 euros, han logrado atraer a un público joven y comprometido con la sostenibilidad. El siguiente paso fue abrir Casa Neutrale, un café con estética minimalista y productos eco, que extiende la filosofía de la marca al mundo de la restauración.

Pero ahí no queda todo. Nacho también colabora con su tía, Amparo Aragón, en el proyecto de la churrería Manosanta, ubicada en Madrid. La idea era clara: revitalizar el concepto del churro y posicionarlo como producto gourmet entre los jóvenes.