Pedro Sánchez no sabe a estas alturas si el miércoles recibirá los apoyos que necesita para prorrogar 15 días más el estado de alarma. La situación inquieta a los miembros de su gobierno y la izquierda mediática española, que presionan para conseguir que algunos de los partidos que ya han anunciado que votarán que no se acaben decantando al menos por la abstención. Entre los que darán la espalda al ejecutivo del PSOE y Podemos está el PP, principal partido de la oposición. Una circunstancia a la que se ha referido el Gran Wyoming este lunes en El Intermedio, con el tono humorístico que siempre lo caracteriza y sin perder la oportunidad de lanzar un dardo contra el presidente español por su poca capacidad negociadora.
EFE
La negativa del Partido Popular a apoyar la prórroga del estado de alarma preocupa a Wyoming: "Esperemos que la seguridad de todos no se ponga en riesgo por las viejas rivalidades partidistas". #elintermedio https://t.co/nxR8SHhNW0
— El Intermedio (@El_Intermedio) May 4, 2020
"Esperemos que la seguridad de todos no se ponga en riesgo por las viejas rivalidades partidistas", ha pedido desde su programa de La Sexta. "En la lucha contra el coronavirus todos jugamos en el mismo equipo, tanto Gobierno como oposición, nacionalistas, incluso a los que de niños siempre nos tocaba hacer de portero en las pachangas del colegio". Para sorpresa de la audiencia, el presentador ha señalado al líder socialista porque no está haciendo suficiente por obtener el apoyo del PP: "Dos no se pelean si uno no quiere y parece que Sánchez no está haciendo todo lo posible por reconciliarse con los populares. Solo habría llamado a Casado, según fuentes, dos veces en 43 días. La última vez el 20 de abril", ha acabado bromeando recordando la mítica canción de los Celtas Cortos.
La Sexta
El caso es que Sánchez no ha negociado con el PP para que le voten la prórroga del estado de alarma. Pero tampoco lo ha hecho con el resto de partidos del arco parlamentario. ERC y JxCat ya han adelantado que votarán que no. Y ahora que ha comprobado que los números no le salen, cuando faltan tan sólo 24 horas para la votación, el presidente español se apresura a dialogar con Ciudadanos y el PNV para intentar que le salven los muebles. Sea lo que sea lo que acabe pasando, el Gran Wyoming siempre podrá decir que él ya le había advertido.