El Gran Wyoming ha conseguido un hito impensable: Que Santiago Abascal sea entrevistado en La Sexta, cadena que según el líder ultra es un nido de serpientes antipatriotas y blablabla. Sí, es verdad, la cosa tiene truco. Porque Abascal no ha puesto su pie facha en las instalaciones de la cadena de Atresmedia, ni mucho menos en 'El Intermedio'. No ha hecho falta. Tienen recursos de sobra para obrar el 'milagro'. Artísticos y técnicos, concretamente. Wyoming se ha metido en la piel de su némesis y, siendo sinceros, es complicado diferenciar las versión (fake) televisiva de la real. Incluso, el Abascal original gana en cantidad, calidad e intensidad de sus sandeces. Pero la aproximación no desmerece, ni mucho menos. Ni estética, ni discursivamente.

Wyoming Santiago Abascal Dani Mateo La Sexta

Wyoming Santiago Abascal Dani Mateo La Sexta

Dani Mateo ha sido el encargado de conducir una hilarante entrevista, en la que Wyo-Abascal ha hablado de Catalunya. Su solución para el conflicto con España, en la línea programática de los ultras. "El diálogo, para los ascensores. Hay que mandar el Ejército a Catalunya y detener a Torra, Puigdemont y a Piqué". El jugador del Barça, sentenciado por "ser catalán y renunciar voluntariamente a la selección española. Si ahí no ven cárcel, yo ya no sé". Ha hablado de la "Generalidad filoterrorista y masona" y de Catalunya como un territorio peligroso, donde pasan episodios en los que "una inmigrante ilegal independentista había abusado de un pobre hombre español en Barcelona, después de incendiar un contenedor y antes de ir a operarse en nuestra sanidad pública para cambiarse de sexo". Repetimos. Difícil discernir la copia del original.

Wyoming Santiago Abascal La Sexta

El Intermedio La Sexta

Todo eso (y un montón más barbaridades contra comunistas, feminazis y 'marimachos') lo decía con un tirachinas verde de goma en la mano, con el que "acierto a un lazo amarillo a un kilómetro". La única diferencia (exceptuando la voz inconfundible del humorista, presentador y cantante) con el Abascal genuino, que llevaría un revólver. Hace gracia. Pero también da miedo.