La ruptura de Shakira y Gerard Piqué sigue dando titulares, no solo por las canciones de la artista ni por las imágenes del exfutbolista junto a Clara Chía, sino también por los jugosos detalles de su separación patrimonial. La mediática expareja ha decidido poner punto final a una parte de su vida en común, vendiendo su famosa mansión en Esplugues de Llobregat, la misma que fue escenario de escándalos, indirectas y hasta decoraciones con brujas en el balcón.

Lo que más sorprendió a los seguidores fue que la transacción se cerró por poco más de 3 millones de euros, una cifra muy inferior a lo esperado en un inicio. La casa formaba parte de un paquete de tres inmuebles tasados ​​en 14 millones de euros, pero la necesidad urgente de saldar deudas terminó imponiéndose sobre el valor que normalmente otorga el mercado inmobiliario del sector.

La venta, registrada bajo la sociedad INVERSIONES BCN TWO & TWO SL, de la cual Piqué es propietario, ha puesto fin a un capítulo que fue tan mediático como polémico. Con 3.800 metros cuadrados, tres plantas, garajes subterráneos, piscina privada y hasta un estudio de grabación, la mansión parecía destinada a atraer millonarios compradores. Sin embargo, la expareja terminó aceptando un monto muy inferior al esperado, lo que abre las especulaciones sobre las urgencias detrás de la decisión.

Shakira y Piqué venden la mansión de la “bruja en el balcón”

La propiedad que ha pasado de mano en mano es nada menos que la célebre residencia que en enero de 2023 dio la vuelta al mundo, cuando Shakira colocó en el balcón una muñeca de bruja mirando directamente a la casa de Montserrat Bernabeu, madre de Piqué. Aquella imagen, junto con las letras punzantes de la colaboración de Shakira con Bizarrap, transformó la vivienda en un símbolo de la guerra sentimental más mediática del momento.

El complejo diseñado por la arquitecta Mireia Admetller incluía detalles de lujo como gimnasio, sala de cine, pistas deportivas y un estilo minimalista que encajaba a la perfección con el ambiente mediterráneo. Shakira había instalado allí su santuario musical, con premios en exhibición y un estudio personal, mientras que Piqué dedicó espacios a su pasión futbolística. Pero nada de esto logró evitar que la venta terminara en una rebaja de escándalo.

Dilema entre interés y urgencia: así se decidió el precio

Según trascendió, la colombiana quería fijar un precio cercano a los 12 millones, mientras que Piqué insistía en acelerar la operación, reduciéndolo hasta los 6 millones. Al final, el mercado inmobiliario y las urgencias de ambos marcaron la diferencia: la casa terminó vendiéndose por menos de la mitad de lo que se planteaba en un inicio. Un movimiento que muchos interpretan como el deseo de cerrar capítulos pendientes cuanto antes.

Aunque esta operación marca un paso importante en la liquidación de bienes compartidos, la historia está lejos de concluir. Dos propiedades más del mismo complejo siguen en venta, con un precio conjunto de 11 millones de euros, una de ellas en necesidad de una reforma completa. La pregunta ahora es si también sufrirán un ajuste similar o si los famosos lograrán obtener el valor que esperan.