Francesc Garriga es uno de los mejores profesionales que tienen en la CCMA. Ligado a la comunicación de los medios públicos desde hace casi 20 años, el de Súria cambió los deportes por la información general, se marchó de Catalunya y atravesó el Atlántico, en busca de nuevos retos profesionales. De ser el director y presentador del Club de la Mitjanit en Catalunya Ràdio y TV3 o del Onze en Esport3, hace dos años decidió hacer las maletas, coger un avión y marcharse a hacer de corresponsal ni más ni menos que a los Estados Unidos. La experiencia está siendo plenamente satisfactoria, y desde allí ha podido seguir haciendo información sobre los temas deportivos que antes trataba. Y el caso más reciente lo tenemos en la Superbowl que este pasado domingo ganaron los Kansas City Chiefs a los San Francisco 49ers. O cuando Leo Messi fichó por el Inter de Miami.

Evidentemente, desde los Estados Unidos cubre todo tipo de noticias. Recorre todo el país buscando el foco de actualidad, a menudo en clave política, a menudo tratando temas y problemáticas sociales. Francesc lleva dos años arriba y abajo del país norteamericano, y se ha encontrado de todo, gente de todo tipo, conflictos de todo tipo y escenarios que no se imaginaba, nevados y muchos grados bajo cero.

Ahora, Garriga ha vuelto brevemente a casa, a Catalunya. Y ha hablado de qué pasa en su otra casa, en Washington. Y lo que ha explicado ha dejado a los oyentes más helados que estos 30 grados bajo cero de Iowa desde donde informaba sobre la carrera electoral y los caucus. Lo ha hecho en El matí de Catalunya Ràdio, y ha sobrecogido exponiendo la realidad que lo rodea, a dos palmos de casa, en la misma calle donde vive, en el centro de la capital norteamericana. Fíjense en esta publicación que hizo hace dos años: "Basta. Muchos americanos dicen basta a la violencia por amas de fuego. En la foto, homenaje a los millares de víctimas. Pero también muchos americanos creen, honestamente, que necesitan un arma en casa para sentirse seguros. Debate difícil de entender si no has crecido en los Estados Unidos". Y es que aunque se lo olía, ahora ha comprobado in situ la dolorosa realidad que viven en aquel país con las armas.

Le pregunta Ricard Ustrell: "¿Tú, hasta que no hay cinco muertos en un tiroteo, por ejemplo, no haces una pieza?". Garriga se toma unos segundos para responder, conmovido y consciente de la dureza de la respuesta que hará a continuación: "Normalmente". Ustrell repregunta: "¿Por lo tanto quiere decir que hay de muchos habituales?". Y atención a la crudeza de Francesc, dolorosa crudeza: "Cada día. Yo vivo en Washington, en el centro, y cada día, alrededor de mi casa matan gente cada semana... cada semana", dice con resignación. "Disparos... ¿Y no me siento inseguro, eh? Ya estoy acostumbrado a que cuando oyes las sirenas y ves que hay más de tres coches de policía... tiroteo. La cena de Nochebuena de hace dos años, salimos a cenar unos cuantos periodistas, a un bar, dos de la madrugada, y nos encontramos la calle cortada... acababan de matar a dos personas". Nudo en la garganta de Francesc explicándolo y nudo en la garganta de los oyentes escuchándolo.

Durísima, cruda y triste revelación la de Francesc, que no por esperada, deja de poner la carne de gallina cuando un testigo de primera mano como el suyo, lo acredita.