La penúltima imagen que tenemos en la memoria correspondiente al bueno de Ferran Torres era esta:

Desde el hospital, convaleciente y recuperándose de la operación urgente de apendicitis que le tuvieron que hacer justo antes del partido contra el Espanyol donde sus compañeros ganaron la Liga de manera matemática. El tiburón se perdió la celebración posterior en el vestuario de Cornellà, y todas las que siguieron después. Ni desfile, ni disfrutar del título con el resto de jugadores y aficionados blaugranas. Una lástima, pero se tenía que portar bien, y gracias a su fortaleza mental, pudo asumirlo. Gracias a su fortaleza mental y gracias al detallazo de sus compañeros. Y es que se nota que son una piña, que son amigos y que van todos a la una con gestos como los de Íñigo Martínez, poniendo el móvil con videollamada en el vestuario de Cornellà para que viera y viviera la celebración, o coger un bicing con Dani Olmo, Pedri y Èric para irlo a ver al hospital justo después de proclamarse campeones.

Después de unos días en el hospital, poco a poco ha ido recuperando sensaciones. Ya no ha participado de los dos partidos que quedaban de Liga, ni de ningún entrenamiento, pero sí que a medida que se fue levantando, ha ido haciendo cada vez más cosas. Hace unos días, una de las mejores opciones para cargar pilas y volver a sonreír: una parrillada de carne, como él dice, "plan perfecto", al lado de su perrito, inseparable compañero.

Y ahora que ya se encuentra mejor y más fuerte físicamente, se ha decidido a hacer una actividad que implicaba una pizca más de esfuerzo que comer chuletas y butifarras. Por lo visto, el jugador del Barça tenía entre ceja y ceja este plan, hacía tiempo que quería ir a un lugar precioso de Catalunya. Un lugar donde nuevamente le ha acompañado su perro y un amigo. ¿Dónde ha estado el futbolista valenciano? En La Morella, la segunda cumbre más alta del Massís del Garraf después del Montau, con 593 metros, localizado en el término municipal de Begues, en la comarca del Baix Llobregat. Una zona espectacular donde también está la cola del antiguo vertedero del Garraf, hoy día en proceso de restauración, y donde en la cima podemos ver que hay un vértice geodésico. Una zona, esta cumbre de la montaña, por donde pasa un sendero de gran recorrido. "Ya tenía ganas. Hasta la cima y más allá", ha dicho desde arriba de todo, como si fuera Buzz Lightyear de Toy Story, cambiando el infinito por la cima de La Morella.

Sin duda, la mejor manera de empezar las vacaciones.