Jordi Cruz vive uno de los mejores momentos de su carrera, ni tan siquiera la pandemia ha dañado su negocio, y es que en su caso tiene la suerte de contar con los ingresos que le reporta la televisión. El chef está encantado con su papel de jurado de ‘MasterChef’ y todas las cosas que conlleva. Ha sabido delegar y le permite estar la mayor parte del tiempo en su restaurante. El catalán ingresa una importante fortuna por su faceta televisiva, además de todos los anuncios que realiza a lo largo del año. Sin embargo, hay cocineros que no tienen tanta suerte. En la otra cara encontramos a Sergi Arola, quien mantiene una deuda con Hacienda de un millón de euros, aunque ahora se encuentra viviendo el mismo éxito que Jordi Cruz al otro lado del charco. A la lista de cocineros con problemas encontramos sorprendentemente a Ángel León.

Ángel León
Ángel León EFE

Ángel León tiene problemas para mantener su tres estrellas Michelin 

El chef de Aponiente, restaurante galardonado con las tres estrellas Michelin, no pasa por un buen momento económico. "Las cuentas no salen. Tengo que salir fuera a ganarme la vida, tengo que hacer muchos bolos, ir a la tele, 'p'arriba', 'p'abajo'. Solo una temporada salieron los números", ha explicado el cocinero gaditano a Jesús Calleja durante su viaje a Dubái para el programa 'Planeta Calleja’. Por este motivo es uno de los cocineros que más colabora en programas como ‘MasterChef’. Cuando el talent show quiere grabar en su restaurante siempre tiene las puertas abiertas para ellos porque es publicidad.

Aponiente EFE
Aponiente EFE

En su restaurante solo da de comer a un máximo de 30 comensales y para que todo el servicio salga perfecto tiene contratados a 70 trabajadores. No salen las cuentas. Para sufragar esta infraestructura tan costosa el restaurante debe dar ingresos muy elevados, o generar ingresos de otros negocios. David Muñoz subió el precio de su restaurante de 260 euros a 360 euros para poder mejorar las condiciones laborales de sus empleados. Lógicamente, el negocio no era tan sostenible como parecía.

Como a muchos chefs, especialmente a los de tres estrellas Michelin, la pandemia le ha perjudicado.  Ángel León tuvo el restaurante más de un año cerrado, ya que debido a las restricciones no podía dar el servicio como obliga la experiencia. Era insostenible. El cocinero reveló que tener el negocio con la persiana cerrada un mes son 600.000 euros de pérdidas. En aquel momento se mostraba optimista. ”Pero nos recuperaremos, por supuesto. Y no solo yo, también el de la cafetería y el del chiringuto. Todos los hosteleros. España necesita alegría y que les demos de comer, y nosotros hacemos feliz a la gente”. Aunque a día de hoy sigue trabajando no es lo mismo. Su restaurante es uno de los más fáciles para reservar, no hay que esperar muchos días ni buscarlo con tiempo. Eso quiere decir que no acude tanta gente.