Hace unos meses, el PSC hizo correr un videojuego ficticio que tenía como protagonistas al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y el entonces presidente del gobierno, Mariano Rajoy. El "Moción de Censura. Simulator" enseñaba a Rivera en su escaño del Congreso de los Diputados matando los ratos muertos jugando con su móvil. Un juego estilo "Street fighter" donde el político naranja escogía el avatar de Rajoy, pero no podía evitar como el "luchador" Pedro Sánchez se imponía, utilizando armas como estabilidad, ética y dignidad, ante la corrupción o desigualdad de su oponente. Derrota de Rajoy y cara de pocos amigos de Rivera.
Ahora Rivera vuelve a ser protagonista, pero esta vez, no como jugador, sino como personaje principal de un videojuego. Lo hemos visto en el programa Està passant, de la mano del emprendedor Àlex Martínez Vidal. El bigotudo colaborador propuso un juego "súper emocionante... 'Angry Alberts'!". Una versión de aquel famoso juego consistente en utilizar un tirachinas para proyectar los redondos, multicolores y huraños pajarracos de ojos saltones contra diferentes estructuras.
La diferencia es que aquí el pájaro enfadado es un Albert Rivera con los ojos fuera de las órbitas como si le hubieran hecho ver TV3 durante 48 horas seguidas sin poder cerrar los ojos, al estilo del protagonista de La naranja mecánica, o si hubiera pasado una noche intensa. El programa tensa la cuerda cuando presenta el funcionamiento del videojuego: "La cosa consiste en disparar a Albert Rivera...". Silencio. Jair Domínguez amaga con marcharse, Toni Soler comenta "Supongo que no querías decir lo que querías decir", y Martínez Vidal aclara: "Se trata de disparar a Rivera con una catapulta para eliminar a todos los taxistas que lo atacan". Puedes ver el vídeo cliqueando encima de la foto (a partir del minuto 23' 58"):
TV3
"¿Ponéis pasta para financiar este juego?", dice el emprendedor. "No... Creo que lo único que podemos ganar con este videojuego es un retuit de Toni Cantó", responde con sorna Toni Soler. De momento, el actor-político de Cs no ha dicho esta boca es mía. Debe estar distraído jugando al "Fortnite: salvar el mundo. Edición Especial España", luchando contra los feroces catalanes que quieren conquistar la península.