El primer cuarto de hora de la tertulia de este viernes en Can Basté ha sido delirante. Deliciosamente delirante. El director y presentador de El món a RAC1 ha empezado la hora hablando de las canciones del verano del anuncio de Estrella Damm, de la vacuna de un compañero del equipo, de la trempera matinera de Marc Giró o del sopapo descomunal que se ha pegado uno de sus tertulianos. Cuándo el periodista va saludando uno por uno a los colaboradores habituales del viernes, se detiene y dice: "Me he sorprendido mucho: un brazo absolutamente vendado, semienyesado, colgado, como dicen, 'en cabestrillo'".

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Jordi Basté / Foto: Sergi Alcàzar

¿Y quién llevaba el brazo así al entrar al locutorio de RAC1? Ernest Folch, a quien ven en esta foto al lado, precisamente, de Basté y de otros amigos de RAC1 como Albert Om, Joan M. Pou, Cristina Puig o Llucia Ramis.

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Jordi Basté, Llucia Ramis, Albert Om, Joan M. Pou, Cris Puig y Ernest Folch / @ernestfolch

Él mismo explica que el sábado pasado, a las 23h de la noche, cayó yendo en bicicleta. De hecho, no cayó, "salí disparado. No había nadie, ningún coche, pero sí una tapa como de alcantarilla, iba bastante rápido y un poco despistado, mirando el reloj y en lugar de frenar hice fuerza". En un primer momento creía que no se había hecho nada, pero vio cómo no paraba de sangrar por todas partes: "La pierna, las manos, la bici... no paraba de sangrar porque me tomo una medicación para el corazón. Mi preocupación era: '¡Que no me encuentre a nadie, porque se pensarán que he asesinado a alguien! Me detendrán'!... Todo lleno de sangre, Jordi"!.

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Ernest Folch / RAC1

El tertuliano herido se levantó y pedaleó hasta casa con la desazón en el cuerpo, "haciendo ver a mí mismo que no pasaba nada. Me lavé, tomé un par de cervezas, 'no estoy tan mal'..."... Hasta que a las cuatro de la madrugada se despertó "absolutamente dolorido y fui al hospital". ¿Conclusión, una semana después? "Fractura en el radio del brazo, que por suerte, no hay desplazamiento y no se tendrá que operar". Basté añade sublime: "es aquello que cuando caes te dices 'estoy bien, estoy bien...', pero ves que tienes un pie en Pinto y un brazo en Valdemoro... La dignidad por encima de todo". Folch, sin embargo, remata: "Cuando ya estás muy lleno de sangre, no hay dignidad".