¿Qué relación tienen el dinero y la felicidad? ¿Somos necesariamente infelices si no tenemos? ¿Y felices si tenemos?. Estas preguntas sobrevolaron este jueves el plató del Obrim fil de Xavier Sardà en el circuito catalán de TVE. Su imprescindible debate giraba en torno a la pasta, y el presentador catalán se rodeó de gente que tiene, y mucha, que le transmitió como es su vida sin pasar penurias económicas y pudiendo tener al alcance muchos lujos y caprichos gracias a su cuenta corriente.

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'Obrim fil' / TVE

Uno de los que se lo ha ganado a pulso, que empezó de cero, de la nada, y loncha a loncha de jamón ha construido un imperio, ha sido Enrique Tomás. El empresario jamonero es el hombre más famoso que hay en España cuando se habla de la mejor delicia que hay en el mundo, el jamón. Tomás sabe que en la vida, son más importantes los pequeños placeres cotidianos y la realización personal a base de trabajo que amasar dinero a espuertas sin ninguna otra motivación que la propia voluntad de ganar dinero. Es rico, sí, pero la importancia que da al dinero en la ecuación de la felicidad es relativa. Y lo dice un hombre que antes de la pandemia tenía 109 comercios donde vende su famoso producto, el último en Dallas, 600 metros de tienda. Dice que "en dinero soy rico porque tengo dinero desde hace mucho tiempo". Pero con mucha sabiduría soltó muestras de la otra riqueza, la de espíritu: "cuando tú vas a un restaurante y miras primero el plato y luego su precio, ya eres rico".

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Enrique Tomás y Xavier Sardà / TVE

Tomás habla de riqueza, pero sobre todo, de felicidad: "Soy muy feliz, tengo 54 años, soy el menor de 11 hermanos, acabo de ser abuelo hace poco, amo a mis hijos, tengo un montón de gente a la que quiero, tengo salud...". Pero Sardà quería seguir hurgando en la cuestión monetaria, que por alguna cosa era el leitmotiv del programa. "¿Cuánto dinero llevas en el bolsillo"?. Respuesta: "Siempre un mínimo de 300 euros". Dice que en muchos lugares no funcionan los datáfonos o no se acepta el pago con tarjeta. No es lo único que lleva en el bolsillo. También lleva siempre siempre siempre, tres piedras. ¿Por qué?

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"La primera me recuerda lo feliz que soy, la segunda, para recordar que los demás hablen, y la tercera me lo guardo porque es uno secreto. Porque sin darte cuenta muchas veces metes la mano en el bolsillo y te lo recuerdan".

No está mal. Pero tampoco nos desagradaría nada si cada vez que pusiéramos la mano en el bolsillo hubiera unos taquitos de jamón.