El regreso de Enrique Iglesias a los escenarios españoles, y en concreto a las Islas Canarias, estuvo marcado por la emoción, el calor del público... y la tensión familiar. Según fuentes cercanas a la familia Preysler, el cantante habría hecho una petición muy directa a su hermana Tamara Falcó: que no asistiera a su concierto con su marido, Íñigo Onieva. El motivo es claro y conocido por todos los que rodean a los Iglesias-Preysler: Enrique no puede ni ver a Íñigo, y ha preferido evitar un encuentro incómodo que pudiera empañar su esperado show.

La cita musical, celebrada este fin de semana en el estadio de Gran Canaria, reunió a miles de fans que corearon los éxitos del artista. Pero lo que no se vio sobre el escenario fue igual de comentado en los pasillos del backstage: la ausencia de Tamara Falcó, pese a haber sido invitada inicialmente por su hermano, generó rumores y finalmente se confirmó que fue por una petición expresa del propio Enrique. Enrique fue tajante: "Prefiero que vengas sola, si es que vienes, pero no quiero a Íñigo cerca de este evento". Esta frase, dicha con afecto pero con determinación, refleja el profundo malestar que el intérprete de “Héroe” siente hacia el marido de Tamara, con quien nunca ha logrado establecer una relación cordial.

Los desencuentros entre Enrique e Íñigo no son nuevos

El cantante, instalado desde hace años en Miami, ha mostrado su preocupación por las decisiones personales de su hermana menor, especialmente desde que estalló el escándalo de infidelidad de Onieva a pocos meses de su boda. Aunque Tamara finalmente perdonó a Íñigo y contrajeron matrimonio en una ceremonia religiosa el verano pasado, Enrique, como otros miembros del clan Iglesias, nunca compartió esa reconciliación.

Fuentes cercanas aseguran que el artista considera que Tamara se precipitó al perdonar, y teme que acabe pagando un precio emocional muy alto. “Él no se mete en la vida de nadie, pero cuando se trata de su hermana, le sale el lado protector. Y no soporta ver cómo Íñigo se aprovecha de su imagen pública”, comenta una persona del entorno familiar. Tamara, por su parte, decidió no acudir finalmente al concierto. En redes sociales publicó imágenes en Madrid ese mismo fin de semana, desmarcándose así de la cita musical. No ha habido comentarios oficiales ni por su parte ni por la de Enrique, pero el gesto es suficientemente elocuente.

Esta no sería la primera vez que la marquesa de Griñón se ausenta de un evento familiar por cuestiones vinculadas a su pareja. También se comenta que su presencia en Miami, donde vive su hermano junto a Anna Kournikova y sus hijos, ha sido cada vez más esporádica desde que retomó la relación con Íñigo. De fondo, muchos interpretan esta tensión como una muestra más de la fragmentación silenciosa de la familia Preysler. Aunque Isabel siempre ha intentado mantener la armonía entre sus hijos, lo cierto es que cada uno ha tomado caminos muy diferentes. Enrique, siempre reservado, Tamara, cada vez más expuesta mediáticamente, y Chábeli, instalada en Estados Unidos y ajena al foco público.

El gesto de Enrique deja clara su postura

Íñigo Onieva no es bienvenido en su círculo íntimo. Y mientras Tamara sigue defendiendo su matrimonio con convicción, queda en evidencia que su elección de pareja ha abierto un abismo entre ella y uno de sus hermanos más queridos. ¿Será esta tensión una anécdota puntual o el inicio de un distanciamiento más profundo entre los Falcó-Iglesias? Solo el tiempo lo dirá.