La radio en España también ha notado las réplicas del terremoto catalán del último trimestre. Mientras el EGM dice que en Cataluña todo queda igual pero al alza, en las cadenas en castellano todo queda un poco menos igual. La Cadena SER es líder desde hace un cuarto de siglo y tardará años al perder su posición privilegiada. El resto de emisoras se resigna arañándole oyentes pero en un trimestre donde el consumo de información política se ha disparado es preocupante para la radio de PRISA perder audiencia. Sólo baja 73 mil personas (un 1,7%) pero coincide con el despido no lo bastante explicado de una de sus locutoras estrella de cantera: Gemma Nierga. El día que debuta entrevistando a Miquel Iceta en 8tv, la periodista sabe que la decisión de sus jefes de sustituirla por Toni Garrido perjudicó a la SER.

Carlos Herrera vive también sensaciones agridulces: fracasa en TVE mientras el EGM le otorga un cuarto de millón de oyentes nuevos a la COPE pero se lamenta en directo de que los obispos propietarios de la emisora no tienen previsto renovarlo. Será que esperaban más de su fichaje multimillonario provinente de la emisora de Planeta, Onda Cero. Su sustituto Carlos Alsina también crece un cuarto de millón. Todos mojan del procés que tanto critican. Julia Otero crece un 6% en la misma emisora mientras su competidor catalán Carles Francino de la SER pierde un 3% siendo líder de las tardes. Àngels Barceló también catalana, también en la SER y también pierde oyentes (un 10,7% menos) manteniéndose al frente.

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El análisis del EGM requiere una última advertencia. A diferencia de la audiencia televisiva, que son datos objetivos surgidos de unos aparatos denominados audímetros que recogen el comportamiento exacto minuto a minuto del aparato de TV de diferentes hogares, la radio se basa en la memoria de los encuestados. Empleados llaman al timbre y entran en casa para preguntar qué programa escuchan. Es evidente que el encuestado puede mentir, inventárselo, recordar mal o ser riguroso. Pero el sistema es subjetivo y es conveniente recordarlo ahora que, como los partidos políticos la noche del 21-D, todas las radios dicen que han ganado.