El hijo de Kiko Matamoros contaba a través de sus historias de Instagram el pasado lunes 7 de agosto que ha vuelto a pasar por quirófano. Como él mismo escribía en la fotografía, que ha subido a sus stories enfundado en bata verde y listo para pasar por la mesa de operaciones, "de nuevo en el taller". Es por todos sabido que a Diego Matamoros le va eso de los retoquitos y los pinchacitos para ponerse guapo tanto como a su exnovia Carla Barber, la cirujana de los famosos. De hecho, hace tan solo algunos meses que el hermano de Laura Matamoros se sometía a una intervención de injerto de pelo. Por desgracia, esta última vez pasando por las manos de profesionales no está ligada con lo estético.

Diego padece a sus 37 años una enfermedad llamada espondilolistesis degenerativa. Una afección crónica que provoca el movimiento hacia adelante de los huesos de la columna vertebral —las vertebras, vaya— y se desplacen fuera de la posición en la que deberían estar. Esta ha sido la tercera vez este año en que el televisivo ha tenido que acudir a los médicos para poder paliar los dolores que le provoca la afección. Aun así, Matamoros procura tomarse esta situación tan delicada con el mejor de los humores. Él mismo ha explicado a través de sus redes sociales el porqué de someterse a este tratamiento que combina los corticoides y la radiofrecuencia. "Llevaba diez días bastante complicados, con las piernas que nos la podía ni mover", ha contado. 

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Diego Matamoros cuenta en 'stories' el porqué de su intervención. / Instagram

Por suerte, parece que todo ha ido bien en este pequeño paso para seguir mejorando el estado de su salud, que en ocasiones se ha vuelto tan complicado que le incapacita para llevar un estilo de vida al uso. Es por esto que, como el propio Diego ha expuesto, será necesario que se "intervenga" con una periodicidad de entre cada dos y tres meses para que al final de este año puedan evaluarse los resultados. El objetivo final del novio de la influencer Marta Riumbau es poder someterse a un innovador tratamiento con gel que le permita regenerar los discos dañados de la columna y así poder llevar una vida tan normal como sea posible de nuevo. Es importante tratarlo, ya que si no se hace a tiempo, la enfermedad podría afectar a la médula y a los nervios del concursante del exconcursante de Supervivientes.

Su caso es bastante sorprendente, pues esta enfermedad acostumbra a desarrollarse a partir de los 60 años y él es todavía muy joven. A pesar de todo, y con esa positividad que antes mencionábamos, Diego no se corta un pelo en mantener vivas sus redes sociales para seguir mostrando que él lleva una vida estupendísima. Especialmente, durante el verano. Mucho sol y mucho baño. Mucha playa y mucha fotito luciendo palmito. Si hacemos un análisis a bote pronto, el 80% de las instantáneas de su perfil son sin camiseta. Se encanta.

Hace ya tiempo que el hijo de Kiko se alejó de los platós de televisión para dedicarse al disfrute. A pesar de su enfermedad, de la que esperamos se encuentre cada vez mejor, se le ve muy entero. Happy summer, al fin y al cabo.