La princesa Leonor ha iniciado la fase final de su formación en la Armada Española a bordo de la fragata Blas de Lezo, uno de los buques más avanzados de nuestra flota. Esta etapa, que se preveía como la más dura, exigente y disciplinada de todo su paso por los tres ejércitos, parece estar transcurriendo de una forma bastante diferente a lo que muchos esperaban.

Es cierto que sus padres, los reyes Felipe VI y Letizia, como hicieron en el Elcano, pidieron que se tratara a la joven como “una más”. No obstante, algo más debieron decir, porque lo cierto es que Leonor no está siendo tratada con normalidad.

La princesa Leonor goza de privilegios únicos en el Blas de Lezo

Según varios testimonios del entorno de la gente del buque, la heredera estaría recibiendo un trato especial que la aleja de las condiciones habituales de los demás guardiamarinas. Aunque en teoría debía integrarse como una más, el comandante del Blas de Lezo habría decidido apartarla de las tareas más duras, bien por su bajo estado de forma física, o por la evidente intención de protegerla de cualquier riesgo.

La princesa Leonor en la fragata Blas de Lezo / Casa Real
La princesa Leonor en la fragata Blas de Lezo / Casa Real

Entre los privilegios más comentados destaca el hecho de que Leonor no realiza guardias nocturnas, una responsabilidad habitual para cualquier alumno en prácticas. También ha sido eximida de las tareas más duras y exigentes físicamente. A algunas no llega por su bajo estado de forma. En otras prefieren apartarla para evitar que se lesione. 

Eso no es todo. Leonor tiene acceso diario a comunicación satelital con sus padres, Felipe VI y Letizia, algo de lo que ningún otro alumno dispone. Además, cuenta con una dieta personalizada preparada por los cocineros del buque, adaptada a sus gustos personales.

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EuropaPress Blas de Lezo

A priori, era la etapa más dura para Leonor en su formación militar

Esta etapa llega tras completar su segundo año de formación militar, dividido entre la Escuela Naval de Marín y la travesía a bordo del Juan Sebastián Elcano. La nueva misión en el Blas de Lezo representa su primer contacto con una operación real en alta mar. Durante 19 días, la princesa participará en las maniobras del Grupo Dédalo, un despliegue de seguridad en el mar Mediterráneo. Aunque por lo que dicen, lo hace más como espectadora que como actriz principal.

El final de este tramo llegará el próximo 3 de julio, cuando la princesa desembarque en Gijón. Desde allí regresará al Juan Sebastián Elcano, que hará escala en Ferrol y terminará su recorrido en Marín, donde Leonor finalizará oficialmente su etapa naval.