Hombres G se reúne de nuevo para hacer temblar los escenarios. Anuncian gira en 2026 para repasar sus mejores éxitos con ‘Los mejores años de nuestra vida’. “Queremos que esta gira sea una fiesta. Un homenaje a todos estos años vividos juntos, y a todo lo que aún nos queda por disfrutar. Porque creemos, de verdad, que estamos viviendo los mejores años de nuestra vida. Y esto es, sencillamente, acojonante”, explican en su propia página web.
El grupo tiene muchas ganas de reunirse de nuevo con los fans para recordar viejos tiempos y para ello han presentado este nuevo tour que recorrerá prácticamente toda la península. Además, han querido abordar algunos temas sociales de rigurosa actualidad, como por ejemplo la censura. Un aspecto que ellos mismos vivieron durante las décadas de los 80 y 90 debido al lenguaje inapropiado que muchos consideraban que utilizaban en alguna de sus canciones como Sufre mamón, Venezia, Devuélveme a mi chica o Suéltate el pelo, entre otras.
Uno de los miembros de la banda, Javier Molina, considera que ahora “hay muchas más tonterías que antes”. “Yo creo que ya está bien de aguantar tanta estupidez […] Esto es una dictadura de una ideología política. No es otra cosa. Es a nivel mundial, alimentada por multimillonarios. No me quiero meter en un berenjenal ahora porque no me apetece”, sentenciaba.
Se ha perdido el sentido del humor
Corroborando las palabras de su compañero y amigo, David Summers, aseguraba que estamos viviendo “una época absurda en la que la gente le tiene miedo a las palabras y no a lo que significan”. Además, reiteraba que ellos no iban a cambiar absolutamente nada la manera de expresarse y de escribir «lo que les de la gana”. “Es absurdo analizar canciones que tienen 40 años, sin ponerte en el contexto histórico y sin pensar como era la vida en aquella época y como se hablaba en aquel momento. En definitiva, si se aplicara el sentido común, muchas cosas se entenderían más fácil. […] A la palabra torero, a la palabra marica… Por favor son palabras y maneras de expresarte”, explicaba.
Incluso creen que se está prohibiendo hasta el sentido del humor porque ahora cualquier cosa que digas sienta mal. “Es lo único que nos queda en España y también lo prohíben. Vamos a dejar el temita porque me pongo de una mala leche”, decía, generando una risa sonora entre los presentes.
