Cristina Pedroche está demasiado ocupada este 31 de diciembre. Un año más, y ya van 12, como las 12 campanadas, la presentadora sorprenderá a España con un nuevo vestido. Ya ha creado la expectación y esta noche, un par de minutos antes de las doce campanadas se desvelará el gran secreto. Para ella se cierra una etapa, aunque es probable que pueda repetir un año más si los números acompañan. Desde primera hora de la mañana está realizando pruebas de maquillaje, estilismo y ensayos para esta noche en la Puerta del Sol.

El tatuatge de Cristina Pedroche Instagram

La mudanza de la crisis matrimonial 

Este ha sido un año con mucho trabajo a nivel personal para la colaboradora de ‘Zapeando’. En 2025 ha dado la bienvenida a su segundo hijo, fruto de su relación con el chef Dabiz Muñoz. Con la llegada de uno más a la familia, el matrimonio pensó en cambiar de casa porque se le quedaba demasiado pequeña. Por cuestiones de logística se mudaban a un chalé unifamiliar que tiene de todo y para todos. En un primer momento surgieron todo tipo de rumores de crisis porque mientras se estaban realizando las obras y la mudanza, el chef se alojó en un hotel y la presentadora en casa de sus padres con su hija. Todo hacía presagiar que las cosas no iban del todo bien entre ellos.

Fueron unos meses muy complicados porque la presión de todo lo que llevan encima hicieron mella en el matrimonio, que ha salido más fortalecido. Uno de los principales problemas era la adecuación de la nueva casa, ya que no era obra nueva y tuvieron que prepararla a sus necesidades, y lógicamente en las obras salen algunos problemas inesperados, aunque de eso Dabiz ya está más que acostumbrado con sus restaurantes, y mucho más a ir contrarreloj.

La nueva vivienda está situada al noroeste de Madrid, con piscina privada y un enorme jardín conectado al interior de la vivienda a través de grandes ventanales que permiten la entrada de la luz.

El salón es la parte central de la vivienda, conecta con todo, destaca su enorme sofá en forma de L para los cuatro de la familia, y quien sabe si algún día llegarán a ser cinco. Predominan los colores neutros y los tonos claros para dotar la vivienda de mayor elegancia y luminosidad. La cocina es blanca, amplia y luminosa, con isla central.

En la vivienda también disponen de un gimnasio privado, muy luminoso y con todo tipo de máquinas. Con paredes de madera y suelo de microcemento. 

cristina pedroche comiendo