La presentadora Cristina Tárrega no ha tardado ni 24 horas en superarse a sí misma. Después de pifiarla y pasarse con el retoque fotográfico en una de sus imágenes de Instagram, la valenciana ha redoblado la apuesta: Al ver el revuelo que se formó por su nula capacidad como grafista, borró la fotografía mientras pensaba como salir del laberinto que ella misma había creado. ¿La solución? Subir una nueva instantánea (tomada por la presentadora Patricia Pardo, su acompañante en la primera publicación) y retar a los seguidores: "Venga a ver esta que me la hizo a traición mi princesa". El resultado, sin embargo, la ha hundido un poco más: La nueva foto sufre del mismo exceso de photoshop. O es eso, o Tárrega es la única mujer con las cejas por encima del flequillo, e incluso su ojo derecho.
@cristinatarrega
Todo hace pensar que o Cristina cree que sus fans son ciegos o bien está obsesionada con las herramientas de retoque gráfico. Las dos opciones tienen el mismo resultado. Y ella es consciente. Si no fuera así no se entendería que se haya pasado todo el día trasteando en su cuenta, dando explicaciones (inverosímiles) sobre la primera foto fallida y compartiendo, finalmente, la imagen original y la que acabó colgando en su red. "Lo hice sin ninguna maldad y sin interés alguno de levantar polémicas", ha dicho la de Telecinco, que acaba pidiendo disculpas.
Unas disculpas muy creíbles, la verdad. Es mejor que lo reconozcas, Cristina. Eres fan del photoshop. Demasiados fan, incluso. No te iría mal un curso intensivo. Seguro que alguien en Mediaset está dispuesto a ayudarte. Por lo menos, para no volver a hacer el ridículo.