Mariló Montero está de rigurosa actualidad tras alzarse con el trofeo que la acredita como décima ganadora de ‘MasterChef Celebrity’ en un reñido duelo con Miguel Torres. La presentadora volvió a “la televisión del régimen” tras una década alejada de la mañana de La 1. La ex de Carlos Herrera está muy contenta con esta nueva etapa de su vida y afronta nuevos retos profesionales. Por su paso por el talent show de cocina se hizo una gran amiga de Valeria Ros. La cómica la invitó a uno de sus  funciones sobre el escenario y ambas mantuvieron una conversación fluida sobre la vida. Fue en ese momento tan relajado donde la periodista confesó que estaba casada.

marilo montero 1719914991 3403216067632316520 2245050625
marilo montero 1719914991 3403216067632316520 2245050625

La comunicadora, muy reacia a hablar de algunos aspectos de su vida privada, confesó entre risas que vivió una intensa historia de amor en la sabana africana con el conductor del todoterreno que les hacía de guía. Este idilio acabó en una boda. “Es verdad que ahora mismo estoy casada con un africano”, desvelaba sin más. “No me he divorciado, así que si no ha habido divorcio y hubo casamiento, sigo casada con el muchacho”. Ante esta bomba, Valeria Ros se interesó por la historia completa con pelos y señales, como le pediríamos a cualquier amiga.

Mariló Montero no buscaba el amor cuando se fue de safari, pero dicen que hay que ir a África para encontrarlo. Se bajó del vehículo para apreciar más de cerca la naturaleza. “Entre bicho y bicho, me bajé del coche, una auténtica suicida”. Ahí el conductor le ofreció su protección y la acompañó a un lugar más seguro: “Pensaba que mi amor venía en el coche conmigo, pero qué va. Cuando una va distraída y no se espera nada es mucho mejor todavía”, bromea con su amiga sobre su anécdota.

Le puso una pulsera, sinónimo de pedirle matrimonio 

A la presentadora le pareció muy atractivo el africano y él inmediatamente cayó rendido a sus encantos españoles. “Un hombre de sonrisa cautivadora y mirada brillante”, lo describe. Le enseñó lugares totalmente desconocidos y la acompañó en todo momento. Mientras, trenzaba una pulsera con ramas que le regaló y ella aceptó encantada. De ahí se fueron a almorzar con el grupo y ahí ella se percató de que el conductor no le quitaba ojo: “Y yo empecé a sentir mariposas en el estómago, me empezó a gustar… muy coqueta”, reconoce.

Sin embargo, una vez que regresó a España su vida cambió por completo por esa pulsera, en su país significa que estás casada con esa persona. “Nos íbamos al aeropuerto y él seguía corriendo detrás. Paró la camioneta, abrió la puerta, me bajó, me puso entre sus brazos y me dio un morreo, una cosa… me volvió loca”. Ahí le explicó el detalle de la pulsera que llevaba en su muñeca: “Me casé sin darme cuenta con él en plena sabana africana”. Y aclara: “Yo no soy promiscua, no voy a países buscando sexo”.