Este que ven en la imagen se llama Alejandro.
Es un estudiante madrileño de Ingeniería Industrial de 27 años que esta semana ha ido a concursar al programa First Dates de Cuatro que presenta Carlos Sobera. Ya saben, el programa de citas donde diferentes personas que no se conocen de nada van a hacer el paripé y a cenar al comedor del plató para ver si se enciende la llama y de allí surge una segunda cita, una tercera, y lo que pueda pasar. La mayoría de citas, con tendencia a la sobre exageración, a la impostura y a hacer el show, no llegan a buen puerto, pero de vez en cuando, Cupido acierta con sus flechas. No en el caso de Alejandro.
Ella es Carolina, la soltera que cenó con Alejandro. Tiene 19 años, es estudiante, y también viene de Madrid, como él, para encontrar el amor. Le encanta salir de fiesta (a él, no le gusta nada), su sueño sería ser presidenta de España y está estudiando Ciencias Políticas para poder conseguirlo y dice que hoy por hoy está desencantada con todos los partidos políticos y asegura que, si puede, creará su propio partido. Con respecto al amor, a la pasión y a la manduca sentimental, que es de lo que se trata, a primera vista no es que precisamente saltaran chispas cuando este par se vio.
Carolina, que dice que en el amor le ha ido bastante mal, dice que le gustan las personas curiosas y divertidas: "Me puede más un feo con personalidad bonita", es una de sus máximas existenciales. Pero al ver aparecer por la puerta a Alejandro, las primeras impresiones no son precisamente positivas. El chico no le parece feo, sin embargo "no me gusta nada como viste". A él, el look de la otra concursante tampoco le ha parecido para lanzar cohetes: "No es mi rollo, lleva ropa de salir de fiesta, y no es lo que busco yo". Y concretamente, lo que más le ha incomodado de su outfit no ha sido el vestido que llevaba, sino qué tenía en la muñeca.
Una bandera de España, una rojigualda donde pone 'Covagonda': "Lleva la pulserita con la bandera de España". Según él, "esa es la pulsera de la discordia, es una red flag. Suele ser una pulsera que se asocia a ciertos comportamientos para colectivos oprimidos".
Llegado el momento de la decisión final, con los dos concursantes cara a cara para hacer saber si se deciden a intentar tener una nueva cita, ya sin cámaras, ella le ha dicho que ve a Alejandro solo como un amigo, que además, tiene demasiados años de diferencia con ella: "No tendría una segunda cita con Alejandro porque hemos congeniado como amigos. Además, nos llevamos 8 años y la edad me echa para atrás". Él, de su parte, también considera que tienen estilos de vida muy diferentes, y sobre todo, no comulga con alguien que luce orgullosa esta bandera: "La pulserita que llevas me echas muy para atrás".