¿Nuestro aspecto es un reflejo de nosotros mismos? A menudo se afirma que sí, y que esto se aprecia sobre todo cuando alguien cambia su estilo. Ocurre, por ejemplo, con muchos futbolistas, que se vuelven más extravagantes a medida que suben peldaños. Y también, como no, con los políticos, "representantes del pueblo", y cuyo aspecto está vigilado al milímetro.

El último en pronunciarse sobre el tema no ha sido un asesor de imagen, ni un periodista, sino alguien que en su día tuvo un cargo importante dentro de un partido. Se trata de Juan Carlos Monedero, hoy todavía muy próximo a Podemos.

El pasado jueves, a falta de un día de la Asamblea Ciutadana de la formación -o Vistalegre II, como se conoce popularmente-, Monedero habló sobre la estética de algunos de sus excompañeros. Situado claramente al lado del actual secretario general, Pablo Iglesias, que lucha por mantenerse al frente del partido, afirmó que para comprobar la lucha de algunos por el poder, sólo "hay que fijarse en como visten ahora, diferente de cómo lo hacían cuando empezamos".

¿Es cierto, pues, que algunos dirigentes de la nueva izquierda han cambiado su estilo? Hemos querido echar un vistazo a esto.

Ada Colau

Como alcaldesa de Barcelona, además de impulsora del nuevo partido de los Comuns en Catalunya, Ada Colau se ha transformado estéticamente desde que accedió al cargo.

El cambio más evidente, el del peinado: ha pasado de lucir pelo largo, a uno más corto y recogido, que se adapta más a la forma de su rostro.

Ada Colau, en el año 2013. Imagen: Ricardo Patiño / Wikimedia

Con respecto a la ropa, Colau sigue siendo -normalmente- "fiel a su estilo sport", donde no caben los estampados ni los modelos extravagantes, tal y como afirma la periodista Ana P. Cabrero. Sin embargo, se hace evidente que sus looks -algunos casual- están más trabajados, y sumados al nuevo peinado y al maquillaje ahora sí usa, hacen que la Ada-alcadesa parezca otra que la Ada-activista.

Una de las veces que más ha sorprendido la imagen de Colau es en un reportaje de Vanity Fair. Un look que en su momento fue aplaudido por muchos, pero que la periodista especializada en moda Patrycia Centeno critica. "Es imposible que una composición indumentaria así la haya hecho un profesional", refiriéndose sobre todo al jersey blanco, para añadir que lo "preferible" es que el político "siempre use su propia ropa".

Tampoco convence todavía el estilo de Colau a la periodista del corazón Laura Fa, que a pesar de valorar la "dulzura" de la alcaldesa, le recomienda solicitar los servicios de un asesor de imagen, "como hacen otros políticos recién llegados".

Xavier Domènech

Desconocido por gran parte de la población hasta hace poco más de un año, el líder de los comunes en Madrid, Xavier Domènech, también ha modificado su imagen con el paso de los meses... Y es que la exposición a los medios ha pasado de cero a mil.

Xavier Domènech, en el año 2015. Imagen: Comu Podem / Wikimedia

Domènech ha modulado su pelo, que se ha ido haciendo más corto y cuidado; lo mismo ha pasado con la barba y el bigote. Con respecto a la ropa, las camisetas y sudaderas han dado paso en muchos casos a camisas y americanas, con un gusto especial por los tonos grises.

Xavier Domènech, en el año 2016. Imagen: Paco Campos / EFE

Lo que Domènech se resiste a sacarse es el pendiente de la oreja izquierda... ¿Es que está prohibido que los hombres luzcan pendientes en la tribuna del Congreso?

Pablo Iglesias

Es imposible hablar de Podemos y no relacionarlo con Pablo Iglesias. Tampoco se ha cortado, el secretario general del partido, a referirse a su aspecto, a menudo criticado por la caverna mediática de Madrid. Eso sí, igual que Domènech con su pendiente, Iglesias afirma poder renunciar a muchas cosas, pero no a su cola, un emblema no sólo del dirigente político, sino de todo Podemos.

Iglesias y Errejón, antes de entrar en política. Imagen: @nnggmadrid / Twitter

Que no se quiera sacar la cola, sin embargo, no quiere decir que no la haya cambiado: ahora parece más fina y cuidada, y algún medio apunta que es por un cambio de champú. Él no ha confirmado ni desmentido nada todavía...

Pablo Iglesias, el año 2016. EFE

Una de las únicas veces que hemos visto a Iglesias sin cola fue en la entrevista de Magazine Fashion & Arts, donde lució una impresionante melena que comportó infinitas reacciones en las redes:

Pelo a un lado, Iglesias sí ha renunciado a una barba y a un bigote marcados. También a las camisas de cuadros, que han dejado de ser tan habituales. Todo eso, sin olvidar el ya antiguo piercing que llevaba en la ceja, y que su equipo le prohibió cuando empezaba a pisar fuerte en la política española.

Íñigo Errejón

Monedero no pronunció el nombre de Errejón, en las declaraciones sobre los cambios de imagen en Podemos, pero visto que hablaba de la lucha de poder, todo apunta a que se podía referir a él, o a personas de su equipo, enfrentadas a Iglesias.

Íñigo Errejón, en el año 2014. Mediaset

Por el contrario, no parece, a priori, que Errejón haya cambiado significativamente su imagen. De la misma manera que su rival -y amigo- Iglesias, ha reducido las greñas que antes lucía, y ha dejado de abusar de las camisas de cuadros, pero la ausencia de barba y su particular cara de niño, hace que, si ha habido cambios más significativos, sean más difíciles de encontrar.

Íñigo Errejón, el año 2016. EFE

Comunes, CUP, Podemos... Una imagen muy determinada, que ¿sólo puede cambiar cuándo se llega al poder? Todo depende de la persona... y del cargo.