El mundo de la alta gastronomía está acostumbrado a titulares rimbombantes, pero lo que ocurre con Disfrutar, el restaurante barcelonés liderado por Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas, roza lo legendario. Este trío, que hoy encabeza la clasificación como el mejor restaurante del mundo, no ha llegado allí por azar: ha sido fruto de un aprendizaje intenso y sin concesiones, forjado bajo la guía de Ferran Adrià en el mítico elBulli. Y ahora, los chefs revelan su mayor secreto: en aquel entorno aprendieron a “vivir la cocina de una forma libre”.
Ese concepto, aparentemente simple, fue en realidad una revolución. En la Costa Brava, en aquel templo gastronómico que durante años dictó las reglas del fine dining, los tres jóvenes chefs no solo aprendieron técnicas de vanguardia, sino a despojarse del miedo a lo establecido. De ahí nació la chispa que hoy convierte cada plato de Disfrutar en una experiencia que trasciende lo culinario para convertirse en arte y provocación.
Disfrutar: el restaurante que heredó la rebeldía de elBulli
Quienes se acercan a Disfrutar en Barcelona no buscan únicamente comer: buscan un espectáculo. La llamada “Living Table”, con compartimentos secretos que se abren para revelar flores y bocados, es apenas un ejemplo de cómo el restaurante convirtió la gastronomía en un escenario teatral. Todo esto hunde sus raíces en la escuela de Ferran Adrià, donde los tres cocineros aprendieron que la cocina no era repetir recetas, sino cuestionarlas sin descanso. El resultado fue explosivo. En menos de una década, Disfrutar pasó de abrir discretamente sus puertas en 2014 a arrebatar el cetro a restaurantes de renombre mundial, alcanzando la cima de la prestigiosa lista “The World’s 50 Best Restaurants”. Hoy, expertos de todo el planeta coinciden en que Disfrutar es el modelo perfecto de innovación culinaria.
La alquimia de la innovación: de las aceitunas esféricas a la multiesferificación
No es casualidad que los platos más recordados de Disfrutar evoquen reminiscencias directas de elBulli. Las famosas aceitunas esféricas de Adrià fueron la semilla que inspiró a los chefs a crear la técnica de la multiesferificación, un plato que imita una mazorca de maíz formada por diminutas esferas rellenas de puré de intenso sabor. Una metáfora visual y gustativa que habla del legado de su maestro y de la osadía del trío catalán.
Pero no todo es nostalgia. La propuesta de Disfrutar ha sabido mutar en experimentos arriesgados que rozan lo imposible: calçots braseados convertidos en crujientes mediante liofilización, grasas aromatizadas que sustituyen la mantequilla y hasta utensilios de diseño creados en colaboración con escuelas de arte de Barcelona. Cada detalle, desde el plato hasta el cubierto, es un desafío directo a la tradición.
De hecho, los propios chefs lo reconocen: haber llegado al número uno es tan solo la mitad del reto. Ahora deben sostener el título con la misma energía disruptiva que los llevó a la cima. Para lograrlo, el equipo se embarca en viajes a países como Japón, México, Brasil y Corea del Sur, donde cazan ingredientes, técnicas y utensilios que luego transforman en experiencias inigualables. En definitiva, lo que hoy vive Disfrutar no es solo un premio: es la validación de un camino forjado entre riesgo, creatividad y rebeldía. Si elBulli fue el faro que iluminó el mundo culinario durante décadas, Disfrutar se ha transformado en la antorcha que ahora arde más fuerte que nunca, guiando el futuro de la cocina mundial.