Estos días de finales de agosto ya les avisamos de que serán de locos. Es lo que tiene llegar al final del mercado. El Barça tiene encima de la mesa, según explicaba el diario Sport, una oferta del Chelsea que rondaría los 50 millones por Fermín López. El jugador del plantel, en principio, no quiere marcharse. Es feliz en el Barça, es el club de su vida, pero también es verdad que no es titular indiscutible. Su técnico, Hansi Flick, está encantado de la vida con él, no quiere que se vaya nadie más, pero es consciente de la situación por la cual pasa el club. El Barça todavía no ha inscrito a Gerard Martín, Chesny o Roony Bardghji, y a nadie se le escapa que vender a un jugador como él podría ser la solución a muchos males. Modestamente, servidor piensa lo que muchos culés: que es un activo del Barça, un jugador diferente, con gol, con entrega y talento, y que ojalá no se mueva del club.
Fermín es un jugador maravilloso, uno de aquellos que siente los colores blaugranas y que ha mamado barcelonismo desde que llegó a La Masia y empezó a jugar en las categorías inferiores. Y una vez dio el salto al primer equipo, se ha ganado el corazón de todos los culés. Pero veremos qué pasará y que decidirá las próximas horas el futbolista. De momento, continúa bajo la disciplina blaugrana, aunque lleva dos días sin ir a entrenar. Después del partido en el campo del Levante, Hansi Flick dio descanso al equipo. Dos días de fiesta (aunque algunos jugadores como Pedri, Ferran o Lewandowski han ido voluntariamente a la Ciudad Deportiva). Dos días que Fermín ha aprovechado para hacer una escapadita hacia ses illes, dos días para ir a Ibiza a seguir disfrutando de las buenas temperaturas, de algún chapuzón y sobre todo, de una cenita romántica con su pareja, Berta Gallardo.
La pareja del jugador blaugrana ha publicado imágenes de esta escapada donde han ido al maravilloso 'Clap House', un conocido restaurante de sushi en Cap Martinet, lleno de tumbonas, piscinas y decoración en forma de leopardo. Cojines, estampados en el sofá y Fermín y Berta, allí, él con bañador negro, ella con un bikini rosa. Y por la noche, cenita y brindis, "cheers" con dos copitas de vino.




Dos días donde el futbolista habrá desconectado, habrá reflexionado y habrá decidido qué hacer. Ojalá se quede, muchos culés brindaremos por él si decide continuar de blaugrana. Pero si decide, él y el club, que lo mejor es marcharse al conjunto blue (donde está su amigo de la selección española Marc Cucurella), agradecimiento eterno al pequeño, pero enorme futbolista de El Campillo por todo este tiempo vistiendo la camiseta del Barça.