Cayetano Martínez de Irujo lo está pasando fatal. El hijo de la desaparecida duquesa de Alba, que ostenta el título de duque de Arjona, se ha confinado con su novia, sus dos hijos y unos cuantos amigos en Las Arroyuelas, la finca de 1.480 hectáreas que tiene en el municipio de Carmona, a las afueras de Sevilla, donde está su casa, un complejo de diez edificios destinados a la gestión de sus negocios agrícolas, una gran piscina y una plaza de toros. Un enorme latifundio que parece insuficiente para un Grande de España como él.

Cayetano Martinez de Irujo vaso de agua GTRES

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Y es que en una entrevista para la revista ¡Hola!, el aristócrata asegura que se encuentra mal de ánimos: "Siento mucha angustia, incertidumbre y confusión", unas palabras que han dejado boquiabiertos a algunos lectores, que la han compartido alucinados en las redes sociales. Afectado por la situación, Cayetano intenta imaginar cómo viven el confinamiento los que tienen un pisito de 50m² en cualquier ciudad del Estado. Pero es incapaz de hacerse una idea: "Me sorprende la gente que dice que lleva bien el confinamiento. Yo lo llevo muy mal y eso que aquí tengo espacio", reconoce.

Sin poder salir de sus terrenos, el duque de Arjona confiesa que está aprendiendo a sus 57 años lo que es el trabajo en el campo: "Nunca había estado ni quince días seguidos en el campo, así que estoy aprendiendo mucho sobre el día a día del trabajo". Y eso que en teoría la agricultura es parte del negocio familiar. ¿Quién le ha hecho el trabajo hasta ahora?