Los espectadores catalanes ya tenemos ganas de que llegue una nueva edición de Eufòria en TV3. Muchas ganas de ver a las nuevas y los nuevos Mariona Escoda, Triquell, Jim, Scorpio y compañía. De ver y pasarlo bien con la química que tienen en pantalla juntos Marta Torné y Miki Núñez. Y también de saber quiénes serán los coaches de esta nueva edición y quiénes serán los tres miembros del jurado, después de que por allí hayan pasado Elena Gadel, Marc Clotet, LilDami o una persona que nos encanta y que justamente ha hecho las dos cosas, de coach y de jurado, la maravillosa Carol Rovira.

Carol Rovira, en 'Eufòria' de TV3
Carol Rovira, en 'Eufòria' de TV3
Carol Rovira y Miki Núñez, en 'Eufòria' de TV3
Carol Rovira y Miki Núñez, en 'Eufòria' de TV3

Carol, que nos enamoró hace tiempo haciendo de Amelia Ledesma en Amar es para siempre, o mostrándonos en Entre quatre parets una casita familiar en el Delta del Ebro que hicieron con sus manos, una antigua barraca transformada ("¿Quién necesita una piscina de lujo cuando hay una acequia al lado de casa?"), ahora ha vuelto a dejarnos con los ojos como platos al compartir con nosotros y con el resto de invitadas de Bestial de Bibiana Ballbé en TV3, Carolina Iglesias, Julieta y Lorena Castell, una experiencia vivida que ha sorprendido a todos, y que tiene que ver con este animalito...

Carabela portuguesa
Carabela portuguesa
Carabela portuguesaw
Carabela portuguesa

Carol, que se confiesa una mujer que es "muy de viajar, de ir a la aventura, de viajar sola, de meterme en líos en general, entonces, claro, me pasan cosas". Y ha revelado cuál de estas cosas le ha pasado hace poco: "Me ha picado una carabela portuguesa en medio del mar, me tuvieron que llevar al hospital, fue horrible, estuve media hora esperando el salvamento porque no me veían. No sé si habéis visto alguna vez una carabela portuguesa: es un monstruo. Visualmente parece una medusa, pero es una falsa medusa, y tiene unos tentáculos que pueden llegar a hacer veinte metros, y es de color azul eléctrico".

Más allá de la confesión de Carol, el resto de compañeras del sofá de Bestial hicieron otras confesiones, como por ejemplo, que Lorena Castell siempre había querido ser madre y, desde el primer momento, tuvo muy claro que su hijo era lo más importante: estuvo diez días en una caravana al lado del hospital para tenerlo más cerca. O la cantante Julieta, que dijo que "dejo muchas indirectas” en los temas que ella canta y compone, y que aprovecha sus canciones para dejar mensajes a aquellos que se lo merecen.

Bestial... como la bestia de la que ha hablado Carol.