La periodista y escritora Carme Chaparro acaba de comprobar en primera persona que las redes te pueden dar sorpresas, como mínimo, inquietantes. La autora de No soy un monstruo o La química del odio quizás no ha llegado hasta el punto de odiar, pero sí que se ha incomodado notablemente con una experiencia en Instagram.

El mensaje de la camiseta de Chaparro dice "Ten cuidado o acabarás en mi novela". Pues ahora la presentadora de Noticias Cuatro debe pensar "Ten cuidado o acabarás en mi publicidad". La periodista acaba de comprobar qué pasa cuando tenemos curiosidad por algo en la red. Seguro que muchos de ustedes han buscado información sobre este o aquel producto y después les llega publicidad del producto en cuestión por tierra, mar y aire. Chaparro se quería comprar una crema facial canadiense. Para recordar el nombre, hizo una foto. Pero después se olvidó de la crema porque tenía que escribir un artículo. ¿Qué se encontró cuando entró posteriormente en Instagram? Una publicidad. De crema facial. Exactamente, de la marca que ella había fotografiado.

El hallazgo ha irritado a Chaparro, que se pregunta si "¿Usa Instagram el acceso que le doy a mi carrete para hacer algo más que subir las imágenes que le digo? ¿Escanea sin permiso mis fotografías? ¿Qué hace con ellas?".

En un mundo donde vivimos, rodeados de inputs comerciales, el hecho de tomar conciencia de esta exposición de unas fotos privadas para que cualquier marca entre en nuestras redes ha sorprendido a una Chaparro a quien enseguida se han sumado muchos usuarios tan o más indignados que ella a la hora de quejarse de esta publicidad:

Que estos días Chaparro no mire la serie Black Mirror, porque todavía se sorprenderá más con lo que puede llegar a pasar en un futuro no muy lejano. Por cierto, queda la curiosidad en saber si la presentadora compró finalmente la crema facial o no.