Es el mejor imitador de la historia de España y sin embargo, este showman todoterreno desde hace ya muchas décadas tiene un regusto amargo. Carlos Latre, el hombre de las mil voces, vuelve a los escenarios, después de cinco años sin espectáculo. El Teatro Coliseum de Barcelona acoge One man show, donde en 75 minutos imita hasta a 100 personajes diferentes.

Pablo López, José Mercé, David Bisbal, Elton John, Laura Pausini, Leo Messi, Rosalía, Serrat, Víctor Manuel, Miguel Ríos, Ana Belén y un largo etcétera. Nadie se le escapa a este valenciano que ha hecho de su garganta un prodigio y de su talento, la carta de presentación para llevar tantos años dedicados al entretenimiento y el humor en escenarios y platós de televisión. Pero él mismo reconoce en una entrevista para el diario El Mundo que no ha sido fácil. Y no hablemos sólo de las particularidades técnicas que ha tenido que afrontar para clavar las voces de los famosos: "España es un país que no perdona los fracasos y se ensaña con ello. He tenido la oportunidad de vivir éxitos y fracasos y estos han sido mucho más importantes. Cuando a los 20 años tienes un éxito tan grande y temprano como en Crónicas Marcianas y después te llega un fracaso me sirvió para bajar los pies al suelo".

Un Latre que hace autocrítica de cómo la fama y el éxito pueden volverte un poco  "gilipollas cuando eres joven, ganas tanta pasta como jamás lo has soñado, todo el mundo te dora la píldora y hasta las chicas te ven guapo cuando pesas 115 Kilos". Pero él, como todo el mundo, ha tenido que probar alguna vez las mieles del fracaso, momentos donde supo realmente quién estaba a su lado: "La televisión me hizo ver que es cruel y complicada, me hizo ser resiliente y resurgir de mis cenizas y discernir que en Crónicas no eras el pelotazo del mundo ni en el fracaso eres el peor. La televisión afecta psicológicamente porque todo se basa en números". La voluntad de superarse y reinventarse a menudo viene acompañada de grandes dosis de estrés "y también frustración. Por eso recibÍ ayuda psicológica. También fueron muy importantes mi familia y mis amigos. Al final me ha reafirmado en lo que hago".

Después de 23 años de carrera, la CBS lo fichó para formar parte de un megashow presentado por James Corden. Aquello le sirvió para ver las diferencias con España: "En España has de mostrar cada día de tu vida que tienes talento, te someten a un examen diario, constantemente existe la duda y la crítica y la duda. Es tremendo. Yo les dije a los americanos que en mi tierra me hacen dudar de mi propia valía y si estoy acabado. España es autodestructiva, no valora el talento, los méritos y los éxitos. Por eso me gusta la mentalidad yanqui".

A ver si a partir de ahora dejamos de desconfiar tanto de los genios que hay en el país. De momento, vayan a ver a Latre al Coliseum. Pocas veces se tiene ocasión de ver al número 1 en algo demostrando su talento a dos metros de ti.