Durante los últimos años, algo ha cambiado silenciosamente en el mercado inmobiliario español: cada vez más gente está renunciando al ladrillo de toda la vida para apostar por las viviendas prefabricadas. Lo que antes sonaba a moda pasajera se ha convertido en una opción real para quienes buscan independencia sin arruinarse. Son rápidas, tienen precios mucho más asumibles y se adaptan a prácticamente cualquier estilo de vida. Así lo resume el especialista Jan Eskenazi, que  explica que el abanico de compradores es enorme: desde parejas jóvenes que abandonan el piso urbano para instalarse en una parcela familiar, hasta jubilados que buscan una casa más sencilla, cómoda y fácil de mantener.

Carlos Alcaraz, ATP Finals
Carlos Alcaraz, ATP Finals

Y en esa nueva tendencia también encontramos nombres mediáticos. Uno de los más llamativos es el de Carlos Alcaraz, que cuando no está compitiendo alrededor del mundo ni descansando con sus padres, vive en una discreta casa prefabricada dentro de la Ferrero Tennis Academy, en Villena (Alicante). Un centro de alto rendimiento fundado en 1990 por Antonio Martínez Cascales y que con los años ha ido creciendo hasta convertirse en un referente internacional del tenis.

Carlos Alcaraz vive en una casa prefabricada de 90 metros cuadrados 

En medio de ese enorme recinto deportivo es donde se encuentra la casa modular que utiliza el tenista murciano: una vivienda de madera de unos 90 metros cuadrados que, pese a su sencillez aparente, está equipada como cualquier hogar convencional. Salón, dormitorio, cocina, baño y un pequeño porche abierto al jardín que le sirve de refugio entre entrenamiento y entrenamiento. A su alrededor, Alcaraz tiene a mano todo un arsenal de instalaciones profesionales: veinte pistas, gimnasio, sauna, sala de estudios… un pequeño universo diseñado para que nada interfiera en su rutina deportiva.

Este tipo de casas funcionan mediante módulos fabricados en talleres especializados. Allí se construyen las piezas principales y, solo cuando están listas, se trasladan al terreno elegido para montarlas como si fueran un puzle gigante. El precio final depende de los materiales, de la técnica utilizada, del nivel de aislamiento o del diseño. Esa capacidad para adaptarse al bolsillo y a las necesidades de cada persona es, precisamente, lo que las ha convertido en una alternativa tan atractiva.

Es importante diferenciarlas de las casas móviles, mucho más ligeras y pensadas para otra finalidad. Las prefabricadas, como la de Alcaraz, están diseñadas para durar décadas y convertirse en residencias habituales, no en soluciones temporales.

Con un mercado inmobiliario cada vez más inaccesible, no sorprende que este tipo de vivienda haya ido ganando terreno, en especial entre los jóvenes. Lo que antes parecía una rareza hoy se perfila como una de las pocas vías para tener casa propia. Y ejemplos como el del tenista demuestran que no solo son prácticas, sino también una elección de vida. ¿Quién lo habría dicho hace unos años?

@rankiabanca Así es la casa donde vive Carlos Alcaraz 🏠 ¿Sabías que Carlos Alcaraz, con solo 22 años y más de 45 millones de euros ganados, vive en una casa de madera de apenas 90 metros cuadrados? 🏡 Nada de mansiones de lujo: su hogar está dentro de la Academia Equelite de Juan Carlos Ferrero en Villena (Alicante), valorada en solo 120.000 € 🤯 🔔 Síguenos para más curiosidades sobre el mercado inmobiliario. #CarlosAlcaraz #Tenis #Curiosidades #CasasFamosos #VidaHumilde #EstiloDeVida #Deportistasespaña #DeportistasMillonarios #IncreíblePeroCierto #viviendaespaña #vivienda2025 ♬ sonido original - rankiabanca