Lo que parecía un verano de sol, glamour y fiestas exclusivas en Ibiza para Alejandra Rubio y Carlo Costanzia ha dado un giro alarmante. Según un testimonio que ha sacudido el mundo del corazón, el hijo de Mar Flores habría sido visto conduciendo a 200 kilómetros por hora, ignorando semáforos y conduciendo temerariamente con Alejandra a bordo, en una escena digna de película.
La denuncia no vino de cualquiera: fue el paparazzi Sergio Garrido, quien afirmó haber presenciado la escena con sus propios ojos durante una conexión en directo para TardeAR. La preocupación crece en el círculo de las Campos, sobre todo en Terelu, que observa con desconcierto cómo la relación de su hija cruza una línea peligrosa. Ya no son simples rumores o titulares de prensa rosa; el foco ahora está en la seguridad y responsabilidad de Carlo Costanzia al volante, cuya conducta imprudente al volante podría costarle caro… en todos los sentidos.
Alta velocidad, infracciones y una madre alarmada: el verano que desafía a Alejandra Rubio
Lejos de tomarse como un simple comentario sensacionalista, el relato de Garrido describe a un Carlo Costanzia que conduce como si estuviera en un circuito de carreras, ignorando cualquier norma de tráfico y poniendo en riesgo a quienes lo acompañan. Entre esos acompañantes habituales se encuentra Alejandra Rubio y su pequeño hijo Carlo Jr., de solo siete meses, lo que ha desatado la inquietud de Terelu Campos, quien, según fuentes cercanas, no dudó en llamar de inmediato a su hija para exigir explicaciones y advertirle sobre las consecuencias de seguir tolerando estas actitudes. La situación se complica porque no es la primera vez que Terelu muestra reservas sobre la relación. Aunque hasta ahora había preferido mantener un perfil bajo, este nuevo incidente podría llevarla a plantear decisiones drásticas. No se trata ya de un asunto sentimental, sino de una potencial tragedia que podría manchar para siempre el nombre de su familia.
De víctima de persecuciones a madre de un conductor imprudente
En medio del escándalo, Mar Flores también ha quedado en el punto de mira. Curiosamente, días antes se había quejado en redes sociales de ser perseguida por fotógrafos en carreteras ibicencas, acusando a los paparazzi de circular peligrosamente para conseguir imágenes de su familia. Sin embargo, las declaraciones de Sergio Garrido voltearon la historia: según él, no fueron los reporteros quienes pusieron en riesgo la seguridad, sino Carlo Costanzia, a quien acusó de realizar maniobras temerarias en la carretera.
La modelo ha optado por el silencio estratégico: ni desmiente ni confirma, limitándose a pedir respeto por sus hijos menores. Sin embargo, ese silencio no ha servido para calmar la tormenta. El foco ya no está en las persecuciones mediáticas, sino en la conducta peligrosa del propio Carlo, que podría enfrentar sanciones legales si las acusaciones se confirman. Este episodio llega en un momento especialmente delicado para las Campos, que atravesaban un verano marcado por tensiones familiares y la exposición mediática constante. Lo que debía ser una escapada relajante para Alejandra se ha convertido en una fuente de estrés y preocupación para Terelu, que teme por la seguridad y reputación de su hija.