Hace unos días saltaba la noticia de que Susanna Griso y Carles Torras se daban un tiempo por ver qué pasa con su matrimonio. Después de 23 años juntos, "No hay una separación por el momento y el tiempo dirá si finalmente deciden tomar caminos separados pero, de hecho, pasarán las navidades juntos en su casa de Barcelona con sus tres hijos", decía el representante de la presentadora.

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Susanna Griso y Carles Torras (GTRES)

Veremos qué pasa los próximos días y si su matrimonio se reconduce o finalmente deciden dejarlo estar. Lo que tampoco funciona es la relación entre el estado español y las lenguas que no son el español. El productor televisivo ha hablado de dar apoyo y tratar como corresponde a la lengua catalana y otras. Torras ha hecho un tuit que es un directo a la yugular a aquellos que todavía se tragan historias de los altavoces represores unionistas que pregonan que el castellano en Catalunya está perseguido, las tesis esperpénticas de Verónica Forqué y compañía o las idas de olla de Ciudadanos y bla, bla, bla.

Carles Torras

Carles Torras

Si hay una certeza en España es el menosprecio que se hace a cualquier lengua que no sea el castellano. Pero Torras ha escrito un ruego, una petición, una orden, incluso que si hubiera un mínimo de decencia en la maquinaria gubernamental española no tendrían que tardar ni un segundo en aplicar. El todavía marido de la Griso verbaliza lo que muchos invitados de su mujer en Espejo público se pasan por el forro: la defensa de las lenguas oficiales de un Estado para el que parece que no exista nada más que el castellano. Torras exige que "No se trata de permitir que hablemos en catalán, euskera o gallego. Esta fase ya quedó superada en 1975. Ahora se trata de que el Estado defienda estas lenguas con medidas de discriminación positiva para asegurar su futuro y promueva su oficialidad y reconocimiento en Europa".

Dice Torras que ya quedó superada la fase de permitir que hablemos en catalán. Lamentablemente, oyendo a muchos políticos o los tertulianos de muchos programas, no está tan claro. Así que imaginen la poca fe de la red en que el Estado defienda lenguas como el catalán para asegurar su futuro...