Xavier Sardà es el presentador más importante de la TV catalana de los últimos 30 años. La competencia es dura porque Catalunya ha dado los mejores profesionales del medio. La lista de popes catalanes masculinos es inacabable. Los mejores de toda la TV, desde Andreu Buenafuente a Jordi González pasando por Jorge Javier Vázquez. Todos por encima de los 50 años e insuperados, ninguno de los que ahora quieren parecerse se les acercan ni a la suela del zapato. Xavier Sardà destaca porque suyo es el programa más importante, por influyente, recordado, exitoso e insuperado: Crónicas marcianas. Aquel late night de Telecinco brilló sin competencia y todavía ahora da titulares. En Sálvame lo han recordado cuando abordando si Lydia Lozano mataría por una silla. Ella se ha defendiendo recordando que dijo NO en la silla más preciada y mejor pagada de la TV: la de tertuliana de Crónicas.
Lydia Lozano enseña el móvil, Telecinco
Lydia Lozano ahora parece una colaboradora desgastada por más de una década en Sálvame chamuscada su imagen cada tarde, pero antes había sido un personaje clave en el programa rosa más crudo de todos, Tómbola en Canal 9. Cuando triunfaba en aquel chismorreo, Xavier Sardà la quiso fichar para Crónicas. Y Lydia ahora ha recordado cómo se negó: "Comí con Sardà, comimos a las doce del mediodía… Él quería que yo dejara ‘Tómbola’ para irme a ‘Crónicas marcianas’. Fui a conocerlo, yo era fan de ese programa, pero es que yo no quería dejar ‘Tómbola'. No hablamos de dinero… Me dijo que ese era un tren que pasaba una vez en la vida, y yo le dije que lo suyo era un AVE y que yo iba todavía en cercanías. No le gustó la respuesta, se levantó al baño y se fue. No volvió". Qué miedo Sardà enfadado. En el gremio eran célebres sus gritos y broncas pero siempre por el bien del producto. A Lozano prefirió ignorarla y marcharse a la francesa. Voy a mear, y se largó del restaurante. Feo.
Lydia Lozano ahora se explica la reacción de Sardà, poco acostumbrado a escuchar un no por respuesta. Era el rey de la TV, cobraba mil millones de pesetas el año (6 millones de euros de la época). Lydia en Sálvame: "No me sorprendió su reacción… Él no esperaba un ‘no’. Es que me caía tan bien… ¿Endiosado? Es que no aceptó mi ‘no’. Pero yo le veía como una estrella que se podía permitir eso". Otros tertulianos le han dicho que la postura de Sardà era criticable. Gema López y sobretodo un ex de Crónicas, Kiko Hernández:"La falta de educación no se debe defender en nadie. Sardà te hacía la cruz y decía: ‘Ojalá te vaya mal la vida’. Tú le dices ‘no’ a Sardà y él tenía un ejército, entre los que he estado, que te ponían verde".
Sardà no tiene programa desde el pasado noviembre cuando TVE canceló La gran confusión por poca audiencia. El rey de la tele hará 65 años el mes que viene y la jubilación es una opción. Ya no hace de tertuliano político en Al rojo vivo, ni presenta ni produce ni dirige. Sufrió un susto hace unos años paseando su perro por el pueblo donde vive, Canet de Mar, tropezó un 31 de diciembre. El resultado fue un fuerte golpe en la cabeza. Lo llevaron al hospital por el traumatismo craneoencefálico que lo llevó a estar una semana ingresado sometiéndose a pruebas neurológicas, seis días en una clínica de Barcelona. Lo cuidó su segunda mujer, Ana Gutiérrez.
Sardà jubilado, GTRES
Su compañero catalán de tertulia en La Sexta, Paco Marhuenda, publicaba en su diario La Razón una malevolencia: "El presentador que reconoce ser un hipocondríaco, sus padres fallecieron siendo muy jóvenes, no ha querido abandonar el hospital hasta que los médicos no han descartado cualquier daño neurológico provocado por el fuerte golpe". Ahora Sardà ya no hace tele pero sigue siendo objeto de la tele. Por los 65 merecería un gran programa homenaje. Uno de los grandes. Y con mala leche.