Cándido Conde-Pumpido Varela es un hombre que, desde hace tiempo, llama a la puerta del chismorreo más descarnado. Y, sobre el papel, no sería el prototipo de aspirante a entrar en este universo. Su nombre, sonoro y ampuloso, hace pensar automáticamente en su padre, un hombre poderoso de la Justicia española: Cándido Conde-Pumpido, presidente del Tribunal Constitucional. Un hombre de leyes en el bando de los supuestamente "buenos" de la película. Su hijo, abogado de profesión, se está haciendo famoso por todo lo contrario. Por acusaciones de transgredirlas y de manera grave. Y, desde hace unas horas, por protagonizar un incidente bajo los efectos de las drogas a las puertas de Telecinco. De madrugada y con presencia de la policía nacional.
El diario 'ABC' explica que Cándido Jr., expareja desde octubre de 2023 de la actriz y presentadora Lara Dibildos, se presentó a las 5:45 de este mismo lunes 6 de mayo en las instalaciones del grupo audiovisual. Al acceder al mostrador de seguridad, empezó una triste historia que ha acabado con este señor internado en un psiquiátrico, a causa de un brote psicótico después de armar un enorme escándalo. Pumpido, que, no es ajeno a Telecinco ni a su circo mediático, reclamaba en la recepción de Mediaset unas grabaciones audiovisuales sobre su persona. El servicio de seguridad, viendo su estado de alteración y la sospecha del consumo de algún tipo de estupefacientes, le denegaron la entrada y avisaron a los agentes de policía. Recuerden que, hace pocos meses, era una estrella de la cadena: fue entrevistado en el programa 'DeViernes' por Santi Acosta y Beatriz Archidona. Un espacio famoso por pagar muy bien, y de donde salió bien blanqueado. En teoría, claro.
Aquel día, Cándido tenía que responder al feo episodio de su detención por una presunta agresión sexual en grupo a una joven brasileña. Una denuncia que ha sido recientemente archivada, pero que evidentemente provocaba una enorme intriga sobre su figura, y que podría explicar su ruptura con la hija de Laura Valenzuela. En aquella entrevista aclaraba las acusaciones de manera más o menos discreta, pero efectista. Volvía el silencio. Hasta hace muy poco, y con otra acusación dura y fea. Era nuevamente detenido, el pasado 26 de abril, acusado de un supuesto delito de violencia machista contra otra expareja. Esta mujer denunció amenazas y tentativa de homicidio mientras circulaban en sus vehículos por la carretera A-6, la que da acceso a Madrid en dirección A Coruña. La cosa empezaba a apestar. Y acaba de reventar por la parte mental.
Al llegar la policía a Mediaset, Conde-Pumpido Jr. estaba ya en el interior de su coche. La policía consideró que estaba cometiendo un delito contra la seguridad vial, efectuando una prueba de drogas positiva. Avisaron a una ambulancia, y los sanitarios determinaron que sufría un brote psicótico que requería su internamiento de urgencia en el Ramón y Cajal de Madrid, en la unidad de psiquiatría. Un capítulo triste de una historia que cada vez pinta peor.