La foto que abre esta noticia perseguirá a Raquel Sánchez Silva durante años. Es en el entierro de su marido, su cámara de Supervivientes Mario Biondo, italiano, con barba, guapo, joven. Apareció en el domicilio de Raquel colgado de una viga. La versión de la presentadora de Telecinco, ahora en TVE con Maestros de la costura, fue que había sido un juego autoerótico de asfixia que acabó mal. Ahora la justicia niega esta versión y confirman que no fue un suicidio y todo apunta a un crimen. Han tenido que pasar 12 años de la larga lucha de la familia Biondo arrastrándose por los tribunales, los italianos y los españoles y finalmente la Audiencia Provincial de Madrid, el lugar donde Mario apareció muerto, ha dictaminado que aquella muerte no fue un suicidio.

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Mario Biondo y Raquel Sánchez Silva el día de su boda, GTRES

La resolución da ánimos a la familia del fallecido dando por buena su tesis desde el principio, que Mario Biondo no murió ni por suicidio ni por un accidente sino asesinado: “Se aporta por primera vez una denuncia contra determinadas personas, con numerosa prueba pericial y una copia (...) de una resolución judicial (...) de la cual parece desprenderse indicios de que la muerte de Biondo no fue suicida. En el momento del hallazgo del cadáver, en la inmediatez de los hechos, habrían debido ser desarrolladas actividades investigativas (interceptaciones ambientales y telefónicas, adquisiciones de registros) que no han sido desarrolladas y que, dado el tiempo transcurrido, no habrían podido ser desarrolladas por las autoridades judiciales italianas”. Es decir, todo apunta al crimen pero no se pudo demostrar por impericia de la policía. Y ya se sentenció como accidente de asfixia autoerótica. Como que el caso ya fue juzgado y desestimado no se puede reabrir por la justicia ordinaria. Ahora la familia recurrirá al Tribunal Constitucional y al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. No está todo perdido.

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Raquel se encara a la familia Biondo en el funeral, GTRES

El año pasado el nuevo Sálvame hizo correr la versión de Raquel Sánchez Silva, ahora ya casada y con dos hijos, que todo fue un juego sexual porque la presentadora es adicta al sexo "es ninfómana reconocida" dijeron en el canal Ten y que esto habría obligado al marido a prácticas sexuales extremas como las de la asfixia erótica, colgarse con una cuerda al cuello del techo para obtener mayor placer sexual. Y por accidente este juego le habría provocado la muerte. Es muy delicado porque la familia siciliana del difunto siempre ha sostenido que fue un asesinato por encargo, no un suicidio ni un accidente. Toda la historia, turbia a más no poder, tiene otro ingrediente repugnante, como Sánchez Silva incorporó la trama del crimen a un anuncio que le pagó Sony por su esperadísima reaparición en Supervivientes. Vídeo:

Raquel Sanchez Silva funeral mario biondo GTRES
Raquel Sanchez Silva en el funeral, GTRES

Sánchez Silva patrocinada, agradeciendo las muestras de pésame recibidas en el móvil "Sony Xperia Z" que muestra a cámara, en una cita pagada por la empresa Sony. Incomoda verla haciendo eso. Tan incómodo como cuando la presentadora agarró a su cuñada por la cara en el funeral de Mario Biondo o tan incómodo como saber que los Biondo siempre han tenido razón. Aquello fue un crimen.