La "princesa del pueblo" vuelve a la primera línea mediática, pero no desde un plató ni un reality show: Belén Esteban ha sido elegida pregonera del Día del Orgullo en Sevilla 2025. Una noticia que, lejos de celebrarse con unanimidad, ha encendido las alarmas políticas, sociales y mediáticas. ¿El motivo? Los 26.000 euros que percibirá por una intervención de apenas unos minutos. Mientras TVE ha relegado a sus veteranas figuras a un formato insípido como ‘La familia de la tele’, Esteban ha encontrado una nueva plataforma en el evento más colorido y mediático del año. Sin embargo, su regreso no solo ha estado marcado por una recepción tibia y un fracaso en audiencias que ha llevado a reducir el horario del programa y su exposición en televisión, sino también por el coste elevado de su participación, supuestamente financiado con fondos municipales en medio de una delicada crisis presupuestaria.
Polémica por el dinero público y la falta de vinculación con el colectivo LGTBIQ+
El asunto ha sido calificado ya como "despilfarro sin justificación" por voces tanto del gobierno como de la oposición en el Ayuntamiento de Sevilla. La participación de Belén Esteban ha sido duramente criticada por sectores que consideran que no tiene ninguna vinculación directa ni con el colectivo LGTBIQ+ ni con la ciudad andaluza. “¿Qué aporta Belén Esteban al Orgullo sevillano más allá de su popularidad mediática?”, se preguntan los ciudadanos.
La indignación aumentó cuando el periodista Diego Arrabal reveló en su canal de YouTube que los 26.000 euros que cobrará Esteban provienen de las arcas públicas. El escándalo está servido y las reacciones no se han hecho esperar. Varios grupos municipales han calificado la decisión como una concesión populista y una estrategia de distracción del Partido Popular, que gobierna con el apoyo de Vox, para "contentar a la izquierda cultural", según declaraciones de Arrabal.
Una jugada mediática con sabor a venganza televisiva
Lo cierto es que este giro inesperado en la carrera de Belén Esteban podría interpretarse como un mensaje claro a quienes la dieron por acabada tras su caída en desgracia en TVE. Mientras ‘La familia de la tele’ se desploma en audiencias, reducida a una sombra de lo que fue ‘Sálvame’, Belén vuelve a estar en boca de todos, aunque no por sus intervenciones televisivas, sino por su alto caché y la controversia generada. ¿Es este el renacer de Belén Esteban como personaje público más allá del universo Telecinco? O, por el contrario, ¿es simplemente una jugada de marketing oportunista que acabará en otro revés reputacional? Lo que es indudable es que Esteban, fiel a su estilo, ha sabido capitalizar la polémica y volver a colocarse en el centro del huracán mediático.
Pese a las críticas, muchos seguidores de la colaboradora aplauden su participación y aseguran que su presencia dará visibilidad al mes del Orgullo entre sectores más amplios de la población. Las redes sociales se han dividido entre quienes la celebran como un ícono de la televisión popular y quienes la consideran un símbolo de frivolización del activismo LGTBIQ+. Así que, a medida que se acerca la fecha del evento, la polémica promete crecer. El pregón, programado para el inicio de las festividades del Orgullo en Sevilla, podría convertirse en una plataforma de reivindicación... o en un bochorno institucional si la controversia no se gestiona con inteligencia.