Los culés hemos tenido esta temporada una de cal y otra de arena. La noticia positiva, la llegada de un técnico como Hansi Flick, que le ha dado la vuelta a la situación, como un calcetín, y ha hecho que los aficionados blaugranas volviéramos a disfrutar y pasárnoslo pipa con nuestro equipo. Y no solo eso, sino que aparte de jugar bien, como los ángeles, diría yo, también han ganado títulos: un triplete nacional, consiguiendo Liga, Copa del Rey y Supercopa de España. Lástima la guinda del pastel que hubiera supuesto la Champions, pero con estos jugadores y este cuerpo técnico, todo es posible. En cambio, toda la alegría y euforia que nos han hecho sentir los Lamine, Raphinha, Pedri, Cubarsí y compañía no se ha repetido para los que también nos queremos mucho el baloncesto.

La temporada en el Palau todavía ha sido suficientemente digna para la plaga de lesiones que ha habido en el equipo de baloncesto. Joan Peñarroya ha visto cómo sus jugadores iban cayendo como moscas con lesiones de larga duración que han dejado fuera de combate a más de uno. Así, Laprovittola, Núñez, Metu o Vesely han visto desde la grada buena parte de la temporada de sus compañeros. Un mérito haber competido hasta el último partido contra Unicaja en la liga española (y casi eliminándoles en semifinales) o a punto de ir a la Final Four de la Euroliga, donde perdieron solo de un punto contra Mónaco en el último partido. Los aficionados, sin embargo, esperamos más de cara al próximo año, y más, teniendo en el equipo jugadores tan determinantes como Punter, Parker o Brizuela.
Pero queda claro que hace falta una sacudida. Hay que remover el avispero para que el Barça vuelva a ganar algún título. Y en este sentido, uno de los fichajes confirmados es el de un jugador descomunal que ya conoce la Liga Endesa porque tiempo atrás vistió la camiseta del Baskonia: Tornike Shengelia. El georgiano ahora está en la Virtus de Bolònia, en Italia, con quien se acaba de proclamar campeón de la liga de aquel país, con unas actuaciones destacables de este pívot con talento para hacer puntos, coger rebotes y con un carisma que no te lo acabas.


Así pues, Shengelia pasará a formar parte del juego interior del Barça la temporada 2025-2026. Y no vendrá solo a Barcelona. Lo acompañará su familia, sus tres hijos, tres niños, y su adorada y queridísima mujer, Salomé Jugeli, con quien se casó en el 2013. Con ella no han parado de regalar a los fans fotografías e imágenes juntos preciosas, proclamando su amor a los cuatro vientos y demostrando que están hechos el uno por el otro.




Salomé y Tornike, maravillosos. Los culés ya les esperan como agua de mayo y con los brazos abiertos. Una Salomé a quien el próximo año veremos más de un día en el palacio vistiendo la camiseta blaugrana que lucirá Shengelia muy pronto.