La Navidad toca a su fin, pero este 6 de enero es, seguramente, uno de los días más entrañables para las familias. El día de Reyes es la última oportunidad para compartir una jornada llena de alegría y calor. Más teniendo en cuenta la situación provocada por el coronavirus, y que a partir del día 7 Catalunya volverá a sufrir restricciones todavía más duras para intentar frenar la maldita pandemia. Los abuelos y las abuelas son, seguramente, los más perjudicados por las medidas sanitarias: muchos de ellos han pasado largas temporadas sin poder ver, tocar y abrazar a los suyos. Por eso, esta es una fecha muy señalada y toca aprovecharla al máximo. Es lo que ha hecho el matrimonio entre Artur Mas y Helena Rakosnik, y que cumpliendo con la tradición han disfrutado de la fantástica compañía de sus nietas, Gala y Helena.

Las pequeñas niñas, a punto de cumplir 5 años, son las criaturas de Patricia Mas. Los cuatro ofrecen la mejor de sus sonrisas a la cámara, inmortalizando un momento familiar muy feliz. El expresidente de la Generalitat aprovecha la ocasión para firmar su felicitación navideña y de cara al 2021: un mensaje lleno de esperanza, confiando en superar las dificultades que nos planteó el 2020. La estampa trasnmite buenas vibraciones, y nos permite comprobar cómo han ido creciendo las niñas.

2020:

Artur Mas y Helena Rakosnik y nietas 2020 @arturmas

Artur Mas y Helena Rakosnik con las nietas en enero de 2020 / @arturmas

2019:

Artur Mas y Helena Rakosnik y nietas 2019 @arturmas

Artur Mas y Helena Rakosnik con las nietas el 31 de diciembre de 2019 / @arturmas

Artur Mas y Helena Rakosnik y nietas enero 2019 @arturmas

Artur Mas y Helena Rakosnik con las nietas en enero de 2019 / @arturmas

2017:

Artur Mas y Helena Rakosnik y nieta 2017 @arturmas

Artur Mas con la nieta Gala febrero de 2017 / @arturmas

Artur Mas y Helena Rakosnik y nietas enero 2017 @arturmas

Artur Mas y Helena Rakosnik con las nietas enero 2017 /@arturmas

Ojalá que sus deseos se cumplan y a lo largo de este nuevo año podamos recuperar la costumbre de los encuentros familiares sin miedos, preocupaciones ni incertidumbres.