Felipe de Borbón, en tanto que monarca y jefe del Estado, representa la imagen de España en el mundo. Pero si su figura tiene que simbolizar la apariencia del Estado español en el exterior, malo. Cualquiera podría pensar que es rey de un país carcomido como su sonrisa. Sólo hay que ver la foto.

Rey Felipe VI reír automobile Barcelona - Sergi Alcàzar

Sergi Alcàzar

La imagen no es sólo una cuestión de apariencia física, sino de saber estar. Y Felipe VI no sabe. El rey de España vive cansado y cuando encuentra una silla se despatarra como si estuviera en el sofá de casa. Prueba de eso, la imagen del monarca presidiendo el desfile de la Guardia Civil ayer en Madrid, por los 175 años del cuerpo militar: piernas bien abiertas, hombros caídos y las manos que no sabe a dónde ponerlas. A quien no le pasa por alto la pose del Borbón es al periodista Antonio Baños, que se mete con él en su cuenta de Twitter: “Se aburre, le pesa el culo. No se sienta, se apalanca. Seguro que hace nyiii de viejo al levantarse. Es el rey chof. Felipe VI, tocado y bien hundido en la butaca. Como en el cuadro que le hemos pagado entre todos con dinero público y que ahora cuelga de una de las paredes del Congreso de los Diputados.

leticia guardia civil GTRES

GTRES

El famoso retrato de 88.000 euros del rey de España ya fue objeto de polémica hace unos días por lo mismo. En la red hay quien se dio cuenta de que Felipe VI es incapaz de guardar las formas cuando se sienta en una silla, y el pintor lo plasmó en un óleo sobre lienzo con el que todo el mundo puede ver cómo le gusta apalancarse al Borbón.

Felipe VI, "el preparao". Tan preparado que no sabe ni cómo sentarse en la silla sin parecer un hombre consumido por la gran responsabilidad que acarrea ser rey.