Eso de ser la "musa" de Fernando Sánchez-Dragó no tiene que ser fácil. Anna Grau, expareja del intelectual unionista, tiene que convivir con este "cargo" de dudosa honorabilidad, y los efectos acaban por manifestarse de una manera u otra. A ella, sin embargo, parece que le anima, que le alborota, que le despierta los instintos más adolescentes. ¿Cómo? Compartiendo 'selfies' como los que podemos encontrar en su Twitter, anunciándonos su participación en el Aquí, amb Josep Cuní de Ser Catalunya. 'Selfies' más adecuados para jovenzuelos hiperhormonados que para periodistas serias, haciendo gala de "posturitas" y "morritos" inquietantes. ¿Anna, nos intentas seducir?

Y no, no es que los usuarios que nos encontrado con la serie de fotografías de la gironina nos hayamos vuelto locos. Tampoco es la primera vez que vemos este tipo de imágenes en sus redes. Pero las tres de hoy han sido más sorprendentes que en otras ocasiones, anunciando su participación en el Club d'Opinió del mencionado programa de esta forma tan llamativa: Mordiendo un bolígrafo con picardía, mirándonos con expresiones nada periodísticas, e incluso ofreciéndonos una visión cenital de su anatomía. Eso sí, el micrófono de la SER que no falte. Algunos habrán confundido el programa de Cuní con un consultorio sentimental radiofónico. O yendo más allá, con el perfil de Tinder de Grau. Sobre todo al comparar la serie con el fotomontaje de la propia emisora, mucho más ajustado al tipo de programa en lo que participaba.

Anna Grau Club de opinio @sercatalunya

@AquiCuni

Anna Grau detalle lub Opinión @sercatalunya

@AquiCuni

Grau, aunque acostumbra a vanagloriarse de sus relaciones personales y sentimentales (incluso presumiendo provocatimente de haber tenido una relación con Raül Romeva), nos ha dejado perplejos con la publicación, que por lo visto no ha hecho desde el estudio de Radio Barcelona. Quizás no se hubiera atrevido a hacer esta pantomima frente a la mirada del director y conductor del programa. No parecen fotografías muy profesionales, la verdad. Tampoco es que las redes hayan enloquecido, ni mucho menos. Y si a alguien le interesa saber que ha dicho desde los micrófonos de la calle Casp, el resumen es rápido: Muy poca cosa. Todo lo ha dicho con la mirada.