La actriz madrileña Ángela Molina, hija del cantante Antonio Molina (¡Soy minerooo...!) y perteneciente a una conocida dinastía de artistas, ha forjado su carrera profesional en el mundo del cine, el teatro y la danza.

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Molina ha dedicado años de vida a su pasión y ha conseguido la fama en toda España trabajando de lo lindo. Siempre apartada de la polémica, Ángela Molina prefiere demostrar su valía como actriz en los escenarios o trabajando en películas y series.

Pero incluso quien no ha roto nunca un plato se puede ver rodeado de situaciones desagradables. Es lo que le ha pasado a la actriz madrileña raíz de una campaña de marketing de una clínica de estética de Murcia. Para hacerse publicidad, el centro coge una imagen de cuando Ángela Molina era joven y una actual, con 63 años. Y las compara con bastante mala leche. Entre pasarse y no hacer nada existe el término medio: retrasar el envejecimiento y llegar a los 60 con un mejor aspecto que esta bella actriz, que lo ha dejado demasiado, y eso que el Photoshop funciona”.

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La actriz ha querido cerrar la polémica de raíz y ha explicado a 'Vanitatis' que no interpondrá ninguna demanda contra los responsables, que ya se han disculpado: “A mí me da igual que me digan que tengo arrugas. Son mías y estoy encantada”.

Parece que Ángela Molina es de las pocas personas que todavía recuerdan que "la arruga es bella".