Las fiestas de Navidad son unas fechas muy señaladas en todos los calendarios. Es casi obligatorio reunirse con la familia, comer hasta quedar bien lleno, regalar regalos, montar el belén, reír, cantar canciones... Una norma no escrita que todo el mundo sigue al pie de la letra porque hace feliz a todo el mundo, o bien, a casi todo el mundo. Estos días son unos de los más bonitos del año, pero también pueden ser, sin duda, unos de los más tristes del año. Las sillas vacías en la mesa, no tener regalos bajo el árbol, o sencillamente no tener una gran familia para pasar el día, puede hacer que la Navidad se convierta en una auténtica pesadilla. Ahora bien, hay quienes deciden vivir el 25 de diciembre en plena soledad deseada. Sin nadie, ni regalos, ni luces, ni familia. Atentos.
Desde EN Blau nos gusta saber cómo viven la Navidad nuestros VIP catalanes, y estos últimos días hemos conocido un grinch de la Navidad, un personaje que detesta estas fechas y que ha evitado celebrarlas durante mucho y mucho tiempo. Hablamos ni más ni menos que de Àngel Llàcer, actor y director teatral conocido en Cataluña y en todo el país por un gran listado de proyectos y por su talento indiscutible de interpretar y entretener. El humor de Àngel Llàcer siempre sorprende y hace reír a todo el mundo, pero recientemente, desde El matí de Catalunya Ràdio ha confesado que no le gusta la Navidad, y no solo eso, sino que durante ocho años la ha vivido completamente solo.
Àngel Llàcer se confesaba ante el micrófono de Catalunya Ràdio compartiendo conversación con Judit Mascó, también presente en antena: "Confieso una cosa que no he explicado nunca. Yo tuve un novio durante ocho años, de los 40 a los 48 y entonces, durante estos ocho años, yo, el día de Navidad, lo he pasado solo. Porque yo detesto las fiestas de Navidad". Su confesión dejaba a la top model catalana con la boca abierta: "¿De verdad?" y a esto le responde el actor: "De verdad. Yo me inventaba en mi casa, que iba a casa del otro, entonces llamaba a Mariona, que era la madre de Enric, y entonces le decía: 'Mariona, ¿qué harás para comer?' 'Mira, hacemos un pollo relleno... La madre me llamaba: '¿Y qué? ¿Qué tal en casa de Mariona?' y yo: 'Muy bien mamá, nos hemos comido un no sé qué...' Y yo lo único que hacía era estar en casa solo, y disfrutaba de un día, en la soledad..." explicaba Àngel Llàcer.
Una anécdota que da pie a reflexionar mucho, muchísimo, sobre un tema que es un poco tabú en las fiestas de Navidad: la soledad. Judit Mascó llegaba a la siguiente conclusión: "La soledad deseada a veces es un placer. De descansar, de desconectar, de todo este consumismo de compras, de familia, de excesos, de tripa llena... Y, en cambio, la soledad no deseada es muy triste y en estos días, precisamente, también tenemos que pensar y recordar que quizás, a veces, no tenemos en cuenta, y hay mucha gente que para ellos son los días más tristes del año". Cada persona vive la Navidad de forma diferente y esta ha sido la realidad de Àngel Llàcer durante ocho años. Sorprendente, pero seguro que no es la única.