Andrea Janeiro, hija del emblemático torero Jesulín de Ubrique y de la colaboradora televisiva Belén Esteban, se convertiría en la principal beneficiaria del testamento de su padre. Según informaciones publicadas a finales de 2024, Andrea heredaría dos tercios del total del patrimonio de Jesulín, mientras que el tercio restante se repartiría entre sus tres medios hermanos, fruto del matrimonio del torero con María José Campanario.

Jesulín de Ubrique, nacido en Ubrique (Cádiz) en 1974, alcanzó el estatus de figura del toreo durante los años 90 y atesora un patrimonio que incluye fincas, propiedades inmobiliarias y activos financieros. Su legado, según fuentes periodísticas, ha sido organizado en un nuevo testamento en el que Andrea Janeiro recibiría aproximadamente el 66% del total, mientras que el resto se dividiría en tres partes iguales entre Julia, Jesús Alejandro y Hugo, los hijos que el torero comparte con Campanario. Este reparto ha sorprendido a muchos, dada la tendencia habitual a distribuir los bienes de forma más equilibrada entre todos los hijos.

Contexto legal: la legítima en España

De acuerdo con el Código Civil español, una porción del patrimonio está reservada de forma obligatoria a los descendientes, conocida como la “legítima”, que corresponde a dos tercios del total. El tercio restante —la “libre disposición”— sí puede asignarlo el testador según su voluntad. En este caso, si una parte del patrimonio se divide de forma distinta a la legítima, no se permite que se prive a ninguno de los hijos de lo que legalmente les corresponde. Lo relevante aquí es que Andrea, como hija preferente, absorbe la mayoría del tercio disponible más parte de la legítima.

¿Por qué este reparto?

Periodistas y expertos del corazón interpretan que Jesulín, a través de este testamento, estaría tratando de reparar la distancia emocional que se ha visto reflejada en años pasados. La relación entre padre e hija durante la infancia y adolescencia fue tensa. Belén Esteban ha denunciado en diferentes ocasiones que Jesulín no asumió como debía la responsabilidad de la manutención y formación de Andrea, e incluso que fue ella quien costeó tanto los estudios como un máster en Estados Unidos para su hija.

A pesar de que ni Jesulín ni Andrea han realizado declaraciones públicas sobre el reparto señalado, la noticia ha encendido los focos mediáticos. Un sector del público lo considera un gesto de reconocimiento hacia Andrea, mientras que otros críticos sugieren que la decisión podría acrecentar la tensión interna, especialmente con la familia de Campanario, ya que todos sus hijos legítimos quedan relegados a compartir el tercio restante.

Reacción de Belén Esteban y de Campanario

Belén Esteban, madre de Andrea, ha mantenido siempre un perfil discreto desde que se conoció la noticia. En el pasado, ha señalado que su hija no está interesada en la herencia de su padre, ya que dispone por su parte de recursos heredados de Belén que le proporcionan estabilidad económica. Además, Esteban ha enfatizado el carácter autónomo y reservado de su hija, lo que apuntaría a que Andrea no buscaría usar ese patrimonio de manera ostentosa. Por su lado, la familia de María José Campanario no ha emitido comunicados al respecto. Sin embargo, fuentes cercanas estiman que podrían existir malestar o recelo, al observar un reparto menos equitativo de lo que muchos esperarían. Cabe recordar que Campanario y Jesulín han forjado una imagen pública de matrimonio sólido y una familia unida, con tres hijos en común.

El testamento de Jesulín de Ubrique, que otorga a Andrea Janeiro dos tercios de su patrimonio, pone de manifiesto no solo las disposiciones legales en caso de reparto testamentario, sino también los recovecos de una historia familiar marcada por la polémica, el distanciamiento y ahora, una posible reconciliación simbólica. El impacto real, tanto emocional como patrimonial, quedará reflejado en la evolución de las relaciones entre los protagonistas: Andrea, sus hermanos, su madre Belén Esteban, y la otra rama familiar vinculada a María José Campanario.