El día de hoy tiene nombre y apellidos. Hace casi un año que estábamos esperando este momento. Hoy, 10 de octubre, ha vuelto Ana Rosa Quintana a la televisión, a Telecinco. 'El Programa de Ana Rosa' por fin se ha abierto sin Joaquín Prat y Patricia Pardo al frente y lo ha hecho con ella, con la jefa. Ana Rosa ha empezado con este emotivo discurso en su comeback:

"Tengo una deuda eterna con este inmenso cariño que me ha llegado de todos ustedes (...) Hasta el Papa me ha hecho llegar un rosario bendecido. No se imaginan el altar que tengo en casa con estampitas, libros, música (...) En este momento hay miles de personas pasando por lo mismo, miles de mujeres que lo están viviendo o lo van a vivir. A lo largo de la mañana voy a contar todo lo que ustedes quieran saber sobre este año". Así empezaba Ana Rosa, que a continuación ha explicado que el "gusanillo" del periodismo no le ha abandonado:

"Esta vez he tenido que seguir la actualidad desde el sofá de mi casa. He sido testigo en la distancia de cómo estallaba una terrible guerra en Europa, cómo una crisis económica sin precedentes nos asolaba (...), cómo dimitía el jefe de la oposición (...) o la muerte de Isabel II", añadía la presentadora madrileña recordando todas las cosas que han pasado en España y en el mundo en estos últimos once meses.

Ana Rosa en su vuelta   T5
Ana Rosa en su vuelta T5

Finalmente, para cerrar su speech inicial, Quintana ha hablado de milagros. "Los milagros existen: ¿es un milagro que las autonomías bajen el IRPF? No me negaran que no es un milagro escuchar el anuncio de una ley que desalojara los okupas en menos de 48 horas (...) Los funcionarios van a ver una subida de hasta el 9'5%... No me digan que no es milagroso que en plena crisis gastemos más que nunca", relataba la moderadora, que reaparecía con un pelo rubio y corto que le sienta también muy bien.

Ana Rosa entrando a plató   T5
Ana Rosa entrando a plató T5

El dardo a los indepes

Hasta aquí el discurso de Ana Rosa estaba gustando a todo el mundo, también a los independentistas, que muchos de ellos seguían hoy este retorno televisivo tan especial. Pero era justo en el momento en el que estaba llegando a casi los tres minutos de exposición inicial cuando muchos indepes apagaban el televisor. Lo que acababa de decir Ana Rosa les había molestado mucho: "¿No es un milagro que se rompa el independentismo? Pedid y se os concederá. Es el milagro de la multiplicación de los votos y los peces". Nos consta que muchos han entrado en ira. Ana Rosa ha vuelto fuerte. Eso sí: ha habido un denominador común entre toda la audiencia... Su regreso nos alegra. Es un ejemplo de superación, un ejemplo de perseverancia y un ejemplo de profesionalidad. Bienvenida de nuevo, Ana Rosa.