A estas alturas, nadie se pensará que Ana Rosa defienda la libertad de los presos políticos encarcelados en algunos casos desde hace más de un año. Ni que tampoco luzca ningún lazo amarillo en sus chaquetas a la hora de presentar su programa en Telecinco. Pero este martes y 13 de noviembre no ha dejado de sorprender ver a la directora y presentadora de El programa de Ana Rosa vistiendo este color:

ana rosa amarillo

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El motivo, única y exclusivamente, ha sido supersticioso, según dice ella. O en este caso, en ausencia de superstición. Quintana le tiene más miedo a las relaciones del excomisario Villarejo con su marido Juan Muñoz que a pasar por debajo de una escalera o a tirar un salero. Este martes y 13, día marcado en rojo (o en amarillo) por muchos temerosos del azar y el porvenir, AR tenía ganas de provocar y se ha vestido así, para desgracia de algunos colaboradores de su programa, que sólo verla han empezado a tocar una castaña como remedio casero: "Patricia, deja ya la castaña, Patricia," le lanza su jefa a Patricia Pardo, su sustituta durante las vacaciones.

patricia pardo

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La colaboradora le reprocha que Ana Rosa vaya vestida de amarillo en un día como hoy: "Es una provocación. Te ha faltado venirte con un gato negro y ponerme una escalera aquí para atravesarla cuando salga... Yo me he traído una castaña de la suerte como buena gallega". La presentadora no llevaba ningún gato negro encima, pero una espectadora del público sí, dibujado en un jersey de color amarillo, tal y como recuerda a su supersticiosa trabajadora: "Por favor, yo me levanto y me voy a mi casa... En serio... A mí esto no me lo podéis hacer". Puedes ver el momento cliqueando en la foto:

señora public gato negro jersey amarillo

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Ana Rosa no es supersticiosa y si ve un gato negro no cambia de acera. No estamos tan seguros de lo que haría si lo que ve es un indepe: "¿Quién dijo miedo? A mi el 13 me encanta. Y el amarillo... yo mantengo que el amarillo es de todos: el Sol es amarillo, los limones son amarillos, este jersey es amarillo. Y es mío y me encanta, es suavecito", decía sarcástica... El jersey puede ser todo lo suave que quieran, pero la mala sombra que destilaba de sus palabras es de las que rascan. Además, no hace falta que vista de amarillo: su programa destila amarillismo por todos lados.