Hoy sí: El programa de A punto Erre punto es El programa de Albert Rivera. Ana Rosa no sólo comparte iniciales con el presidente de Ciutadans. Comparte todo el resto. Son la simbiosis perfecta. El día que Susanna Griso había anunciado que tendría a Eme punto Rajoy en Espejo público, AR llama rápido a su piloto de moto: "Àlbert ( con acento a la A) tienes que venir". Veremos quién habrá hecho más audiencia pero las dos reinas de las mañanas han sacado el cepillo para hacer sendas entrevistas. A Griso le han caído críticas por hacerle una entrevista cómoda, hasta el punto que Rajoy le ha dicho que es su mejor entrevistadora. Ana Rosa tenía pelusilla y ha hecho un masaje a Rivera, que es más joven que Rajoy.
Telecinco
La sobredosis de Ciudadanos en las TV catalanas habrá hecho que Toni Soler prepare el enésimo sistema para suicidarse después de la pistola, la cuerda y la jeringa. Arrimadas estaba a la misma hora en TV3. Los espectadores indepes habrán puesto el Canal Súper 3 para ver a Doraemon. La entrevista a Albert Rivera no ha tenido ninguno repregunta de Ana Rosa. Ha fluido como un río de aguas cálidas. Nada que ver con el combate de boxeo entre Arrimadas y Lídia Heredia a la misma hora. Rivera repetía los mantras naranjas "Puigdemont vive en un mundo paralelo", "Cataluña es España", "Los golpistas nos han metido la mano en el bolsillo","Hay que vigilar la educación" (señalando maestros catalanes), "Si el nuevo govern no dice que se han equivocado hay que seguir aplicando el 155, "A mí como catalán me duele todo esto", "Soy catalán" y así todo el rato.
Telecinco
Televisivamente ha sido mil veces más interesante Arrimadas-Heredia de TV3 que Rivera-Quintana de Telecinco. Lo más atrevido que ha hecho Ana Rosa con Rivera ha sido mostrarlo por detrás para comprobar si se ha hecho un injerto de pelo o la coronilla es suya. Apuesten a que TV3 habrá vencido de audiencia por goleada. Ana Rosa se esforzaba por presentar a Rivera como "El hombre del día" para atacar Griso que tenía a Rajoy. Se le ha ido la mano asegurando "Bueno, el hombre de la semana y del mes". Le ha faltado decir: "Mí hombre".