La historia del Barça tiene momentos de gloria, de excelencia y de éxito que son la envidia del fútbol mundial. Pero evidentemente también hay etapas mucho más oscuras, que el socio y el aficionado desearía borrar de su mente. Los más jóvenes pondrían un nombre sobre la mesa, el de Josep Maria Bartomeu. Sin embargo, los más talluditos recordarán sin ningún tipo de duda una etapa caótica y nefasta: la de Joan Gaspart. Especialmente grave fue todo lo que se vivió en el año 2000, con la famosa huida de Luis Figo al Real Madrid del flamante Florentino Pérez a cambio de 10.000 millones de pesetas, 60 millones de euros. Era el récord del fútbol mundial, y para no ser menos el club azulgrana batió otra marca digna del Guiness: dilapidar esta fortuna con fichajes lamentables. Dos nombres en negrita y subrayados: el francés Emmanuel Petit y el madrileño Alfonso Pérez. El resto tampoco eran para tirar cohetes, pero este par...
Alfonso, ex del Real Madrid que se lesionó durante el famoso 5-0 del Barça a los blancos en 1994, costó 2.000 millones. Jugó 21 partidos y marcó 2 goles, números impropios para un delantero de supuesto renombre. Había ganado el oro olímpico en los Juegos de Barcelona, y después de salir del Madrid tuvo años buenos en el Betis. Llegaba a Barcelona con aquella famosa frase de "era mi sueño de niño", porque de pequeño era del Barça, pero el de Getafe se arrastró por el campo hasta que lo cedieron y, más tarde, lo devolvieron con un lacito al equipo de Sevilla. Una inversión catastrófica sobre el terreno de juego, pero peor hubiera sido que se quedara en el F.C.Barcelona aunque marcara 40 goles por temporada. ¿Por qué? Fácil. Por las cosas que piensa, que dice y que no se calla. Mejor lejos.
Quizás consideran que estamos exagerando, pero solo hay que leer la entrevista que Alfonso, de 50 años, ha ofrecido al diario facha de referencia, 'El Mundo'. Fiel a su filosofía, la cabecera consigue sacar del sarcófago de la irrelevancia a una momia obsoleta y casposa. Atención a las palabras del señoro sobre las mujeres de la selección española de fútbol, su lucha y reivindicación. El tufo a Varon Dandy, faria y anisete tumba de espaldas. "Me parece muy bien que las mujeres tengan su espacio y sus derechos, como creo que tienen actualmente y desde hace bastantes años... pero creo que no puede ser equiparable para nada el fútbol femenino y el masculino porque todo va en función de los ingresos que generes y de la repercusión mediática. Y ahí no hay comparación. A mí me gustaría cobrar lo de Cristiano Ronaldo, pero no puedo ser tan bueno. No se pueden quejar de lo que es actualmente el fútbol femenino. Ha evolucionado pero deben tener los pies en el suelo y saber que no se pueden equiparar en ningún sentido con un futbolista hombre". Pero no piensen que no se pueda resultar más repulsivo, no. Pérez marca el gol de su vida a continuación, vomitando sin control.
✍ Entrevista a Alfonso Pérez, exfutbolista y entrenador
— EL MUNDO (@elmundoes) October 2, 2023
"Las mujeres futbolistas deben saber que no se pueden equiparar en ningún sentido con un futbolista hombre" https://t.co/odiIqejvZn
Alfonso se envuelve en la bandera, síntoma del facha recalcitrante patrio, para explicar la problemática. "A mí me parece muy honesto decir: "Yo no me siento español, no voy a la selección". No lo comparto, pero lo veo más honesto que otros a los que, por prestigio y dinero, he visto vestir la camiseta de España sin sentirse españoles. Eso es de falsos. El tema aquí es si quieres o no quieres ir". ¿De quién habla? Efectivamente, de Pep Guardiola, excompañero en el Barça y en el combinado del Estado español. . "En su caso, como en otros o el de las chicas, yo obligaría a besar la bandera española para saber que defienden con honor y honestidad la camiseta de su país. Eso, lo primero y luego ya protestas por lo que quieras. Me parece bien que pidan lo que consideren, pero la selección está por encima de todo". Le diríamos por qué se equivoca, ¿pero merece la pena perder el tiempo? Mejor dejarlo con el juguete, ya se aburrirá. Ha tenido su minuto de gloria.
