La que fuera reportera del programa Socialité, Alexia Rivas, ha cambiado muchísimo desde que se hiciera famosa por pasearse casi desnuda delante de las cámaras y acostarse con el periodista Alfonso Merlos, mientras estaba saliendo con la ex de Gran Hermano, Marta López. Un escándalo que ha llevado a Alexia Rivas a convertirse en concursante de la nueva edición de Supervivientes. Una aventura, de lo más salvaje, para la que la periodista amante de las cámaras se ha apresurado en ponerse a punto. Lo ha hecho confiando en los poderes de la cirugía estética, su gran debilidad.

alexia rivas gtres

Alexia Rivas, GTRES

Cuando Alexia Rivas llegó a Telecinco tenía la siguiente imagen: 

Alexia Rivas, Telecinco

Alexia Rivas, Telecinco

Alexia Rivas, Telecinco

Alexia Rivas, Telecinco

Alexia Rivas, Telecinco

Alexia Rivas, Telecinco

Un aspecto que el programa de María Patiño recordó el sábado 10 de abril, para mostrar lo mucho que ha cambiado en los últimos tiempos. Ya lo dicen: una imagen vale más que mil palabras. Una metamorfosis que ha sido posible gracias a su escándalo con Alfonso Merlos, que le ha permitido ganar mucho dinero y hacerse un sinfín de retoques en la cara. Ahora luce así: 

Alexia Rivas en su Instagram

Alexia Rivas en su Instagram

Una larga lista de intervenciones que se suman al último gran cambio que la joven se hizo días antes de poner tierra de por medio y trasladarse hasta Honduras. Rivas, quien asegura que pincharse la cara con agujas le parece "muy invasivo", ha optado por definir más la zona de su mandíbula. Un retoque que se quería hacer desde hace mucho tiempo y cuyo precio de partida es de 300 euros. Un cambio en la cara que ha sido posible gracias a los rayos ultrasonidos HIFU, con los que se consigue estimular y generar colágeno para definir y proyectar más las facciones del rostro. Adjuntamos vídeo de Alexia Rivas en la sala de operaciones:

Ya lo cantaba María Isabel en su día. Antes muerta que sencilla. Y Alexia Rivas se lo está tomando al pie de la letra. ¿Aguantará en Honduras sin poder hacerse nada en la cara? ¿O terminará abandonando el concurso de urgencia para ir a ver a su cirujano de cabecera? Todo un misterio.