Parecía que nunca llegaría, pero finalmente Mediaset ha tomado la decisión de prescindir de Alessandro Lequio en todos sus programas. La sombra de los supuestos malos tratos a Antonia Dell’Atte, madre de su hijo Clemente, han ido creciendo y el grupo de comunicación no quiere más problemas tras el fichaje de Antonio David Flores en el pasado. El ex de Ana Obregón ha estado vinculado a Telecinco las últimas tres décadas. Ha sido la productora de su íntima amiga Ana Rosa Quintana, Unicorn Content, para quien trabajaba, quien se ha encargado de despedirle. Es la primera vez que no tiene trabajo y están siendo momentos muy complicados, especialmente por su hija pequeña, que ya ha preguntado a sus padres qué es un “maltratador”.

Sin embargo, Lequio no tendría muchos problemas por no tener trabajo a las puertas prácticamente de su jubilación. Su millonario patrimonio se ha convertido en su salvavidas. Posee una vivienda unifamiliar en Madrid en la que vive diariamente con su mujer y su hija, pero también tiene otra casa de veraneo en la localidad pontevedresa de Nigrán.

 

Según varios cálculos, el aristócrata habría acumulado a lo largo de todos estos años un total de 8 y 10 millones de euros A esa cifra se llega sumando sus honorarios televisivos, entre 4.000 y 5.000 euros mensuales en sus colaboraciones más estables, y los ingresos derivados de derechos de imagen y otros proyectos puntuales. Este dinero está invertido en ladrillo, aunque no para la especulación, sino como su refugio a día de hoy.

Las dos casas en las que ha invertido Alessandro Lequio 

La familia Lequio Palacios vive a las afueras de Madrid, en una zona muy tranquila. No es una casa ostentosa, ni la han expuesto nunca en reportajes de revistas del corazón para sacar dinero. Es una vivienda unifamiliar con aspecto rústico, rodeada de vegetación y alejada del bullicio urbano. Solo se escuchan los pájaros al amanecer. El interior apuesta por materiales naturales, muebles vintage y piezas antiguas que han ido restaurando con el paso del tiempo. 

Destacable es el jardín que la rodea para su uso y disfrute, especialmente de la pequeña Ginevra que se lo pasa en grande jugando. Es un lugar que invita a la desconexión.

Más paz encuentra en su casa pontevedresa. La casa está ubicada a poca distancia de la icónica playa de Patos, un enclave conocido por su ambiente relajado y sus vistas privilegiadas al Atlántico. Desde su grandes ventanales puede ver la infinidad del mar y unos bonitos atardeceres en el extenso jardín. Tampoco es una casa de grandes lujos.