Albert Boadella se hace mayor. A punto de cumplir 80 años sigue con sus manías de siempre que se resumen en una: Catalunya. El octogenario director catalán siente aversión a sus conciudadanos y el bufón de Ubú president coincide en actualidad con Jordi Pujol. El fin de semana entrevistados los dos con minutos de diferencia en El suplement de Catalunya Radio, cosa que mereció críticas en Roger Escapa, y ahora que Pujol sufre un ictus Boadella sigue promocionando un libro. Y entrevistado en El Mundo se ha desahogado. El diario siempre es hábil de conseguir titulares anticatalanes de todos, de Carmen Maura a Jose Corbacho. Y con Boadella lo tiene fácil. Ahora, contra sus compañeros del teatro catalán. O excompañeros, porque Boadella hace años que no hace nada en lengua catalana ni en teatros del país.

El Mundo vomita: "¿Cataluña seguirá siempre en el margen de la moral y la ley? "y Albert Boadella re-vomita: "Lo mejor que puede suceder es tocar fondo. Llegar a la ruina total, para tratar de resurgir luego. Sucederá. Vivimos un proceso de descomposición. No hay más que mirar el mundo de la cultura, donde todos son nacionalistas o, los que no se lo creen, están callados, porque viven de la repartidora, con lo que todavía me parecen más sinvergüenzas". Primer contra el país, al que vaticina que acabará en la ruina total y después a los actores, directores y mundo de la cultura en general en los que ve, a todos, nacionalistas y los que no lo son, les dice que viven de las subvenciones. A todos: sinvergüenzas. Chochea.

Un ejemplo de odia a una familia no indepe de Catalunya, los Balañá, dueños de teatros y cines en el país. Albert Boadella atacaba la empresa Balañá, propietaria del Coliseum donde tenía que hacer un espectáculo hace año "Lo mejor que puede suceder es tocar fondo. Llegar a la ruina total, para tratar de resurgir luego. Sucederá. Vivimos un proceso de descomposición. No hay más que mirar el mundo de la cultura, donde todos son nacionalistas o, los que no se lo creen, están callados, porque viven de la repartidora, con lo que todavía me parecen más sinvergüenzas". Todo catalán, incluso catalán unionista, recibe garrotazo de Boadella.

Boadella tiene la solución para acabar con el independentismo y está muy loca: "Soy presidente de Tabarnia. Esto que parece una broma|bruma tiene detrás un lado que se muy sólido. ¿Qué pasaría si Barcelona y su área metropolitana decidieran ser unca comunidad autónoma como lo se Madrid? Quizás esta sería una de laso fórmulas para acabar cono el independentismo". Eureka: que Barcelona y alrededores se emancipen de las comarcas de Girona, Lleida y Tarragona para formar la 18.ª Comunidad Autónoma. ¿Cree que los millones de indepes así dejaría de serlo? La solución final para acabar con cada persona independentista no osa decirla porque es delito.