Uno de los nombres televisivos del día es el de Miki, el cantante catalán que representará a España en el próximo festival de Eurovisión después de que ayer su canción, La venda, fuera la escogida por los espectadores. El de Terrassa viajará a Tel Aviv el mes de mayo para hacer bailar a Europa y tratar de hacer olvidar el discreto papel de sus predecesores, el 'fiasco' de Alfred y Amaia que no salió bien.
El autor de la canción es Adrià Salas, líder del popular grupo 'La pegatina', que ha creado una canción que es imposible escuchar sin ponerse a bailar y sonreír. El buen rollo de esta mezcla de rumba catalana y ska, la letra pegadiza y el tono festivo sonará a partir de ahora en Eurovisión, en las radios y en cualquier fiesta mayor. ¿En todas? Quizás en algunos lugares donde el españolismo es más lacerante, no. A Miki le han caído críticas de eurofans hiperventilados ofendidos porque les represente alguien que ha lucido esteladas cantando un tema de un músico al que se ha visto en actos de la ANC.
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Quién haya visto los ensayos entre compositor e intérprete dentro de la academia de OT, quien haya visto la veneración de Miki hacia uno de sus referentes musicales, quien les haya visto hablando con pasión del tema que defenderá el triunfito, no tendrá ninguna duda de que el concursante catalán irá a por todas en el eurofestival. Hoy, sin embargo, Salas ha sido entrevistado por Jordi Basté en El món a RAC1, y si por una parte se ha mostrado eufórico y orgulloso por su elección, de otra ha reconocido tener contradicciones de cara a Eurovisión: "Me hace ilusión, pero también me genera muchas contradicciones, a nivel ético y sintiéndome representante de tanta gente". Él mismo se explica: "Se hace en un país en que no estoy de acuerdo con muchas cosas. No sé si iré a Tel Aviv, porque tengo conciertos apalabrados en mayo, pero sí que tengo curiosidad de ver este megaespectáculo".
@dariasalsa
La cara visible de La pegatina confía en el éxito del tema en el festival: "la canción es una propuesta diferente. Este trampolín gigante demuestra que nuestro estilo es diferente, ni reguetón, ni balada". Ni reggaetton, ni balada... y creada por un catalán. "¿Cómo ha ido por el tema Twitter?", le pregunta Basté. "Una persona claramente de izquierdas, catalán, como Miki ... y ahora ser catalán es un obstáculo, y si encima eres indepe se multiplica por diez el obstáculo", le suelta el periodista. Salas se ha curado en salud y ha ido por el camino más rápido: "Me he borrado de Twitter esta mañana, antes de ver nada. Aunque no me han dicho excesivas barbaridades y los mensajes eran de apoyo, pero entre los fans de Miki y los otros aspirantes se pelean y se dicen cosas, y a mí no me interesa". ¿Hasta cuándo estará fuera de las redes? "No lo sé..., pero si después en mayo (cuando se celebra Eurovisión) me lo tengo que volver a sacar, igual me dejo un tiempo sin estar".
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El estribillo de "La venda" dice La venta ya cayó y solo quedó la alegría... Alegría la que tiene a Adrià Salas por no leer según qué en Twitter. Y ya veremos si alegría la que tendrá si finalmente acompaña a Miki a Israel y supera las contradicciones que le ha generado que su éxito suene en Israel.