Abraham Orriols pertenece a esta nueva hornada de reporteros de Sociedad en TV3 que han llegado para comerse el mundo. Muchos no llegan a los 30 años y suben dispuestos a coger el relevo de los popes de la cadena que se jubilan. En cada Telenotícies aparece alguno: Ferran Moreno, que hace pocos días acabó una pieza sobre el acoso sexual en el trabajo a chicos jóvenes que era una pieza de orfebrería, Aitor Álvarez y Carla Riverola, que se enamoraron y ahora son marido y mujer, Marta Freixenet, Miquel Sabe o Júlia López, que es la que ha ascendido más rápido y ya presentará el TN migdia del fin de semana. Antiguamente, se llamaban JASP por un anuncio de coches: jóvenes aunque sobradamente preparados.
Por afinidad muchos son amigos entre ellos, algunos han hecho pandilla y han convencido uno de los compañeros, Abraham Orriols, que no anule el viaje a Brasil que tenían pagado y preparado con ilusión. A Orriols se le murió la madre a principios de julio, una muerte repentina con 54 años. A pesar de todo, Orriols ha decidido hacer el viaje y está en Brasil recordando que la vida no es una mierda, solo lo parece a veces. Ha ido con su novia, Martina:
Abraham Orriols tiene 28 años, es hijo único y tiene el apoyo emocional de amigos, compañeros, su padre y su pareja, una joven pelirroja llamada Martina que aparece en sus redes durante su viaje al Brasil. Ya hace tiempo que están juntos pero no trabajan juntos. Orriols ha estado en la TV local de su casa en Berga, en betevé, Els matins de TV3 y ahora a Sociedad de los TN. El viaje a Brasil lo han hecho tres parejas: Abraham Orriols y Martina, Guillem Estadella de RAC1 y su pareja, Juliana Canet de Catalunya Ràdio y su novio y una chica sola, también de TV3, Carla Pàmies. Media CCMA y RAC1 en el Amazonas. Los siete en Brasil:
El mensaje es todavía más bonito que las fotos, y eso mucho decir. Abraham Orriols evocando desde Río de Janeiro la reciente muerte de su madre:"Visto que somos un rato, que en una mañana el mundo te cambia y que solo queda lo que se vive, me esfuerzo por aprovechar estos días mientras los recuerdos van apareciendo poco a poco como si hicieran cola. Me convencieron para no suspender el viaje y qué suerte haberlos hecho caso: hace falta avanzar, no quedarse inmóvil, mover los pies. Y si lo que les libra del suelo es la samba, que la música no pare de sonar. Mientras estemos, celebraremos as coisas boas da vida". Así paso de escribir hace nada que la realidad es una gran mierda a celebrar las cosas buenas de esa realidad. La vida es muchas cosas, a veces una mierda, a veces una samba.